sábado, 4 de septiembre de 2010
Lanús
nombre completo Club Atlético Lanús
Apodo(s) Granate
Fundación 3 de enero de 1915 (95 años)
Estadio Estadio Ciudad de Lanús - Néstor Díaz Pérez -La Fortaleza
Lanús, Argentina
Capacidad 46.619
Inauguración 24 de febrero de 1929
Presidente Alejandro Maron
Entrenador Luis Zubeldía
Liga Primera División de Argentina
PLANTEL
Andrada, Esteban ARQ
Caranta, Mauricio ARQ
Marchesín, Agustín ARQ
Puchetta, Jorge ARQ
Arce, Carlos DEF
Balbi, Luciano DEF
Erramuspe, Rodrigo DEF
Faccioli, Emir DEF
Grana, Hernán DEF
Hoyos, Santiago DEF
Lugo, Maximiliano DEF
Pérez, Lionel DEF
Quintana, Carlos DEF
Valdez, Matías DEF
Velázquez, Maximiliano DEF
Viera, Jadson DEF
Aguirre, Marcos VOL
Barrientos, Fernando VOL
Blanco, Sebastián VOL
Carrasco, Javier VOL
Fritzler, Matías VOL
González, Diego VOL
Ledesma, Eduardo VOL
Pelletieri, Agustín VOL
Pizarro, Guido VOL
Zaninovich, Mario VOL
Aparicio, Eric DEL
Arias, Javier DEL
Bielkiewicz, Diego DEL
Castillejos, Gonzalo DEL
Díaz, Leandro DEL
Dovetta, Roberto DEL
Lagos, Diego DEL
Menéndez, Cristian DEL
Salcedo, Santiago DEL
Los Principios
El 3 de Enero de 1915, nace el más amado de todos los clubes de la zona sur: el Club Atlético Lanús . Sus primeros años, la vieja cancha de Margarita Weild y Arias, y toda la epoca amateur del orgullo máximo de los sureños.
Lanús Campeonato de Segunda División 1917.
El Club Atlético Lanús nace el 3 de enero de 1915. Pero antes de su existencia, en la ya populosa ciudad habían existido clubes donde se practicaba fútbol. El que aún persiste (se puede denominar así, ya que su continuidad depende de la decisión de un juez) es el Club Atlético Talleres, de la ciudad de Remedios de Escalda, partido de Lanús. Otro de los clubes existentes en la ciudad años antes del nacimiento de Lanús, fue el Lanús Athletic. Este club, ignorado por la mayoría de los fanáticos granates, entra en la historia por haber albergado en sus filas a Juan Brown (tiempo después estrella del desaparecido Alumni, y símbolo del fútbol amateur argentino) entre otros jugadores. Este equipo alcanzó como máximo logro un subcampeonato amateur en 1896. La casaca utilizada por este equipo era color oro y verde, dividida en iguales mitades. Después, se sabe poco y nada acerca del destino de dicha institución.
Otros clubes que se encontraban en la ciudad de Lanús, partido de Barracas al Sud en aquella época, fueron El Progreso y Lanús United. El primero no practicaba futbol, pero el segundo, que si lo hacía, se encontraba en una situación casi terminal. Corría ya el año 1915, cuando deciden fusionarse para de ahora en más llamarse Club Atlético Lanús. El principal objetivo era que a partir del nacimiento de esta nueva institución, se comenzase a practicar “ejercicios atléticos” (según lo enunciado en la asamblea de fundación). El 3 de enero de 1915 se rubrica el nacimiento de la pasión de la mayoría de los habitantes de la zona sur, como asociación civil. La nueva entidad nacía a fin de practicar fútbol, tenis, croquet, aviación, tiro al blanco, ciclismo, natación y gimnasia esgrima, entre otros. El 7 de enero de ese mismo año, se designó la primer Comisión Directiva:
· Presidente: Miguel Usaray
· Vicepresidente 1° : Francisco Galarza
· Vicepresidente 2° : Jaime Jonson
· Tesorero: Juan Iribarne
· Pro Tesorero José A. García
· Secretario: Juan Messeger
· Vocales: Luis Suárez
Domingo Villar
Félix Ferrario
Pedro Dacre
Miguel Iguzquiza
Carlos Pointis
Antonio Etchevers
Bernabé Gascón Araoz
La secretaría del nuevo Club, funcionaba en esas épocas en la calle José C Paz junto al viejo Cine Sarmiento, en pleno centro de Lanús (hoy 9 de Julio y Oncativo)
Lanús Campeonato de Primera División 1927.
Carlos Pointis, arquitecto de profesión, fue el encargado de diseñar el hermoso emblema que distingue a Lanús, por sobre los monótonos escudos de los demás clubes. Acerca de la primer camiseta surgen varias controversias. Para muchos fue granate desde un principio. Establecen que algunos de sus fundadores eran de origen español, y por ser oriundos de la ciudad de Pontevedra, escogieron el color del club de aquellos pagos. Otros sostienen que el mismo Carlos Pointis fue el encargado de elegir el color para tratar de diferenciarse de los demás clubes. En un viaje al viejo continente, vuelve con camisetas de color granate. Esta versión mas precisamente dice que Lanús empleo durante sus primeros 13 años camiseta de color rojo con puños y cuello blancos. Hasta que en 1928, un directivo fue enviado a Europa en busca de una camiseta original. El directivo llegó con un juego de camisetas granates. La versión a la que adhieren las autoridades del club, dice que el día 9 de febrero de 1915 se aprueban los colores de la institución como bordó, y que con el correr del tiempo dieron lugar al granate.
El primer estadio granate se encontraba en el corazón del barrio de Lanús Este, en la manzana delimitada por las calles José Inocencio Arias, San Lorenzo, Margarita Weild, y General Deheza. El granate se desempeñó como local en su viejo estadio desde su fundación hasta el 24 de febrero de 1929, día en que inaugura su actual estadio, situado en la intersección de las calles General Arias y Héctor Guidi (a solo 5 cuadras del viejo estadio). El primer encuentro disputado por Lanús en la posteriormente llamada “Fortaleza” fue contra el elenco de Boca Juniors. El encuentro terminó favoreciendo a los visitantes en el marcador por 2-0.
En lo que respecta al tema futbolístico se puede decir que Lanús por ser un club recién fundado tuvo que pagar su derecho de piso. Y comenzó jugando en 1915 en la segunda categoría del fútbol amateur criollo, con un equipo formado con mayoría de integrantes del Lanús United. Su primera gran alegría llega en el año 1919 cuando conquista el ascenso a la primera división amateur, tras derrotar a Argentino de Quilmes. Una vez establecido en primera división, el equipo logra su mejor performance para el año 1927 cuando logra un meritorio 3° puesto detrás de Boca Juniors y San Lorenzo de Almagro respectivamente. El partido mas recordado de esa campaña fue contra el equipo campeón, al cual Lanús derrotó por 2-0. El viejo estadio de Margarita Weild y Deheza presentó desde horas muy tempranas un lleno total. Con el triunfo granate, se iban dos años de invicto para Boca Juniors. Nuestros primeros héroes fueron Devoto; Brenta y Chimento, Manfrín, Sacarello y Trufa, López Imiscoiz, Vila, Sacaruppo, Latari y Salvia.
En el año 1931 se disputa el primer torneo profesional del fútbol Argentino. Y como no podía ser de otra manera, Lanús estaría entre los clubes participantes. Pero de aquí en más se abre una nueva etapa en la historia del más glorioso de los clubes de la zona sur del Gran Buenos Aires...
El Profesionalismo
A partir de 1931, se comienzan a disputar los campeonatos profesionales. Los primeros años, la Unión Lanús -Talleres,los goles de Arrieta y el polémico descenso de 1949.
Lanús Campeonato de Primera División 1930.
A partir de 1931, en la República Argentina se comienzan a jugar campeonatos en forma profesional. Dentro de los clubes que adhirió esta nueva modalidad, se encontraba el Club Atlético Lanús. El papel cumplido por el equipo en esta época no fue el mejor. En el primer torneo, Lanús ocupa la 17° posición en un torneo de 18 equipos. Lo único rescatable en este torneo es la goleada al campeón, Boca Juniors, por cuatro tantos contra dos, constituyéndose en la primer gran caída sufrida en el profesionalismo del club de la ribera. Mas allá de este detalle, el papel desempeñado por el joven club, no da más para destacar.
Durante los años posteriores, la actuación del primer equipo no mejoró demasiado. En los dos años siguientes Lanús ocupó la 15° posición. En 1934 la Asociación Argentina de Football decide disminuir la cantidad de equipos participantes en el torneo, por lo que cuatro equipos deben fusionarse: Atlanta y Argentinos Juniors por un lado. Lanús y Talleres de Escalada, por el otro. La fusión con el vecino de la ciudad despertó expectativas de mejorar el papel que se venía desempeñando en los torneos anteriores. Pero estas se fueron diluyendo con el correr de los partidos. La tendencia no logró revertirse, y la Unión Lanús - Talleres ocupó la 12° posición sobre 14 equipos. En ese torneo, al participar junto al elenco de Escalada, Lanús deja de vestir la clásica casaca granate con puños y cuello blanco, para usar una casaca blanca con una franja horizontal de color granate acompañada por cuello y puños del mismo color. Esta casaca quedó incorporada después de la fusión, como la alternativa a la gloriosa granate.
En 1935, vestido nuevamente de gala, Lanús logra mejorar la performance de aquellos años logrando un 11 ° lugar en la tabla final. Pero este año no solo fue relevante por la mejoría de la campaña, sino que se abrió una etapa en la cual comienzan a establecerse los primeros referentes del club. Atilio Ducca, medio zaguero izquierdo de juego batallador y generoso, ya formaba parte de las filas del club, y lo haría hasta el año 1946. Se transformaría en el hombre más privilegiado para muchos de nosotros: defendió la camiseta granate en 291 encuentros oficiales, lo que le alcanzó para convertirse en el máximo gladiador granate de la historia. En la década del ´40, Ducca formo parte de uno de los mas recordados medicampos granates, junto a otro símbolo, León Strembel, y el “uruguayo” Carreras.
Las campañas granates seguían por la misma senda durante esas épocas. En 1939, llega al club un entrerriano de “patas blancas” que dejaría su sello marcado: Luis Arrieta. La campaña del grana no experimentó una gran mejoría, pero si la delantera. Arrieta, en su primer año convirtió 31 goles. Quedó 3° en la tabla de goleadores (el goleador fue Erico de Independiente con 40 goles, seguido por Langara de San Lorenzo de Almagro con 34) Lanús quedó en la 12° posición, a 26 puntos del campeón, Independiente. Sin embargo, la delantera granate se cansó de romper redes: logró 91 goles, y solo fue superada por la de independiente y la de River Plate, que lograron 103 y 100 goles respectivamente (la mediocre campaña se justifica con los 85 goles recibidos por el equipo). Oportunista por demás, Arrieta con 120 tantos convertidos durante su trayectoria en el club, se transformó en el máximo goleador granate de la historia. Su compañero ideal de equipo, fue el insider izquierdo José García. Arrieta siguió haciendo goles en los sucesivos torneos: 26 en 1940, 15 en 1941 y 1942 respectivamente, y en 1943 junto a Frutos de Platense, y Labruna de River Plate, con 25 goles se transformó en el máximo artillero del torneo. En ese mismo año, cabe destacar, Lanús superó en las dos oportunidades a River Plate, quitándole un invicto de tres temporadas en el Monumental de Nuñez. Esa tarde, las tres conquistas granates fueron, como no podía ser de otra forma, de Arrieta. La delantera de esa época formaba con Contreras, Julio Gómez, Arrieta, Ezequiel Reynoso y Rosendo.
Sin mayores sobresaltos, Lanús continúa en primera división hasta el año 1949. Al final del torneo, Lanús desciende por un fallo tendencioso e injusto. Una medida infame que se constituiría como la primera de varias, que la Asociación tomó en contra de la institución. Al llegar la última fecha del torneo, Lanús llega en la anteúltima posición con un punto de ventaja por sobre Boca Juniors. En la primera rueda tras ir 0-3, Lanús dio vuelta el partido, lo que le generaba mucha preocupación al elenco de la rivera, y por que no, también a la Asociación (Sí hoy por hoy, es impensable pensar en un descenso de Boca Juniors, imagínense en 1949, cuando el fútbol era mas que nunca patrimonio de los clubes grandes).
Lanús Campeonato de Primera División 1934. Esa temporada, el equipo se presentó junto con Talleres de Escalada, en lo que fue la Unión Lanús-Talleres.
Lanus campeonato de primera division 1932.
El 8 de diciembre se enfrentaron en la Bombonera y Boca Juniors venció a Lanús por 5-1, y lo relegó a la última posición. Boca Juniors se salvaba del descenso y recobraba la tranquilidad, pero la Asociación no. Huracán, equipo prestigioso por aquellas épocas, igualó la última posición junto a Lanús. Era necesario jugar un desempate. El primer partido, el otrora poderoso y hoy devaluadisimo Huracán, vence al grana por 1-0. En la revancha, aparece la sangre granate y Lanús se impone por 4-1. Fue necesario jugar un tercer partido. Empataban 3-3 hasta que el “pobre e ingenuo” referee pitó un penal para Lanús. Los jugadores de Huracán se habrán sentido avergonzados por la falta que cometieron, o veían que la Segunda División les estaba haciendo un lugar, porque en protesta al fallo, se retiraron del campo de juego. En cualquier lugar del mundo, esto hubiera traído una sanción para Huracán, además del correspondiente descenso. Pero, en la República Argentina el fútbol es manejado por la AFA, y el comportamiento de esta durante toda su vida fue uniforme: tratar de favorecer al más poderoso, sin importar los demás. Cuando todos creían ingenuamente que la AFA le daría los puntos a Lanús, por el escándalo protagonizado por Huracán, ¿insólitamente? ordena jugar un partido mas. En el cuarto partido, Huracán se imponía por 3-2, cuando por un penal no cobrado a su favor, los jugadores de Lanús deciden retirarse del campo de juego. Cuando se esperaba que la AFA hiciera jugar un quinto partido de desempate, la nefasta organización decidió que Lanús debería jugar en Segunda División. El club desciende por una arbitrariedad de la Asociación que rige el fútbol. En fin, esta no sería la primera vez que el Club Atlético Lanús se viera perjudicado manifiestamente por un fallo de la AFA. Pero lo cierto es que después de esta injusticia, tal vez para empezar a darle un poco de alegría a su sufrida hinchada, Lanús abriría una de sus mejores etapas en lo futbolístico, que quedará para siempre grabada en la historia del club. Etapa de fútbol bien jugado y llena de emociones. Pero esa es otra historia..
Lanus Campeonato de primera division 1949.
Los Globetrotters
La decada del '50 fue gloriosa para la institución. El primer campeonato oficial, los goles de Florio, y los Globetrotters del '56 que casi llegan a la gloria, llevaron al club a un sitio privilegiado nunca antes ocupado hasta entonces.
Lanús Campeón Primera División B 1950.
En 1950, después de la polémica decisión tomada por la AFA, el Club Atlético Lanús debe jugar el torneo de Primera División B. Con la misma base del equipo que perdió la categoría en 1949, Lanús lleva adelante el objetivo de volver al lugar que le corresponde. Y lo logra en tan sólo 7 meses. El 16 de septiembre de 1950, el Club Atlético Lanús obtiene su primer título profesional: Campeón de Primera División B 1950. Esa tarde, los corazones de la mayoría de los habitantes de la zona sur fueron representados por: Alvarez Vega; Daponte y Mercado; Vargas, Strembel y Vivas; Contreras, Gil, Pairoux, Florio y Moyano. Lanús 3 - Argentinos Juniors 1, jugado en Juan A. García y Boyaca, el viejo estadio del equipo de La Paternal. La excelente campaña realizada por el granate se puede resumir con estos datos: ganó 14 partidos, empató 4, y solo perdió 3. Anotó 58 goles, y le convirtieron 26. Ya en ese equipo alternaba un chico que ocupaba la posición de centre half, llamado Juan Hector Guidi, que con el correr de los años iba a ocupar un rincón en el corazón de los hinchas granates, hasta los de aquellos que por una cuestión de edad no lo vieron jugar, pero si todos escucharon hablar de él.
En 1951, otra vez en Primera “A”, Lanús arranca el torneo convirtiéndose en la grata revelación: logró quedarse con la primera rueda del torneo, junto con Independiente. Nunca antes, un equipo recién ascendido lo había logrado. No solo lideraba en la tabla de posiciones, sino que también el artillero del torneo militaba en las filas granates: José Florio, con 21 conquistas. Al final de la primera rueda, sorprendidos por la excelente performance del jugador, directivos del Torino de Italia, llegan al país para adquirir su pase. En $ 1.500.000 se produjo la venta del goleador, que pasaba a jugar para la mítica “squadra granata” italiana. La transferencia constituyó un récord para la época, y parte del dinero le sirvió a Lanús para la construcción de uno de los gimnasios de la sede.
Lanús Campeonato de Primera División 1951.
Lanús Campeón de Primera división B 1950.
Nicolas Daponte, Juan Hector Guidi y José Nazionale. El mediocampo de Lanús del 56
Lo que generó un gran ingreso de dinero para el club, también generó una perdida irremplazable en el primer equipo. Ya en las últimas fechas del torneo, el equipo había perdido las posibilidades de campeonar, pero la alegría aquí no termina. Al finalizar el torneo, llegan igualando la primera posición los equipos de Racing Club y Banfield. Era necesario jugar una final, para determinar que equipo iba a ser el campeón. Racing, accede a esta chance tras derrotar a Lanús por 5 a 3. Como el primer partido terminó empatado en 0, se jugó un segundo encuentro que terminó con la victoria de Racing por 1 a 0, lo que no solo le dió el campeonato al elenco de Avellaneda, sino que también catapulto para siempre las esperanzas del humilde Banfield de obtener un título. Nunca más en la historia peleó por un torneo de primera división, y quizás sus hinchas, visionarios del mediocre futuro del archirrival granate, decidieron llamar a ese equipo como campeón moral, título que solo ellos comprenden su significado. Lanús no solo festejó su mejor campaña en primera división hasta esa época (5° puesto): Racing le había dado otra alegría. Entre otros detalles que dejó ese torneo, Florio, que ya hacia 6 meses que militaba en el Torino, terminó segundo en la tabla de goleadores del torneo con 21 tantos, y recién fue superado en la última fecha por Vernazza de River Plate, quien finalizó con 22. También en la línea media del equipo comenzaba a alternar Nicolás Daponte, jugador que sería importantísimo en el esquema del equipo en años posteriores.
Jose Florio anotando un gol ante Talleres de Escalada, en el Campeonato de Primera División B 1950.
Tanto en 1952 como en 1953, el papel desempeñado por el equipo granate se puede calificar como bueno. Acostumbrado años anteriores a ocupar las posiciones por debajo de la mitad de tabla, Lanús ocupa el 7° lugar y el 10° respectivamente en estos torneos. Durante la primera parte de 1953, el club emprendió una gira por Bolivia que consistió en encuentros ante Bolívar, a quien vence el 21 de enero por 3 a 1; luego empata frente a The Strongest; vence a la Selección boliviana por 4-3 y 3-2 en la revancha. Y por último, cae ante el Always Ready por 2-5. En 1954 el club incorpora al jugador José Nazionale, quien junto a los mencionados Nicolás Daponte, y Juan Hector Guidi, comenzarían a dar forma a una línea central de lujo para la época. En ese mismo año, Lanús tendría otra gran alegría cuando vuelve a igualar la mejor posición lograda hasta ese momento en Primera División: el 5° lugar en la tabla de posiciones. Esta importante posición la logra tras imponerse en el clásico ante Banfield en la última fecha por 3-2 como visitante. La alegría granate se transformó en tristeza profunda del elenco de Banfield: la derrota ante Lanús lo condenaba a jugar en Primera B. Una vez más, alegría por partida doble.
Ya en 1955, Lanús otra vez vuelve a alcanzar el quinto puesto en la tabla final. Lo que en otras épocas parecía bastante difícil, por aquellos años se transformaba en realidad: el equipo se había transformado en animador de los campeonatos. Y las expectativas de la hinchada granate estaban por demás colmadas.
Lanús Campeonato de Primera División 1952.
Los Globetrotters frente a Racing.
El esplendor de este ciclo recién se alcanza en el año 1956. Como preparación para el torneo, el grana emprendió esta vez otra gira, pero esta vez hacia Centroamérica. Una vez retornados de la gira, el equipo encaró el inicio del torneo. La primer fecha fue en San Martín, ante Chacarita Juniors, donde se impuso Lanús por 1-0 con gol de Fernández. Esos dos puntos iniciales fueron la piedra fundamental de la gran campaña que cosechó el equipo, basada en un excelente funcionamiento tanto individual, como colectivo. Dos buenos arqueros, como Alvarez Vega y Piromalli; marcadores centrales de alta jerarquía como Prato, Beltrán, Ramos Delgado y Bendazzi; la base del equipo en el mediocampo: Daponte, Guidi y Nazionale; y una delantera llena de fantasía y eficacia por donde se la mire: Lugo, Fernández, Cejas, Reynoso, Moyano, junto a los que alternaban en la formación, Carranza, Rojas, y Gil. En 30 partidos, Lanús convierte 49 goles. Testigos de esta afirmación son goleadas resonantes a Argentinos Juniors por 4-0, a Gimnasia y Esgrima La Plata por 5-3, a San Lorenzo de Almagro por 4-0, a Huracán por 4-2. Durante ese campeonato, el técnico del equipo, Juan Cevasco se vió obligado a variar permanentemente la formación del primer equipo por problemas de lesiones. Durante el torneo se utilizan 23 jugadores, y el único que participó en todos los partidos, fue el goleador Lugo. En algunos partidos, Ramos Delgado ingresa por Nazionale, Gil deja su puesto a Lugo, ocupando Urbano Reynoso la posición de n° 10. En la fecha n° 9, frente a River Plate en el Monumental, se lesiona Cejas, tras un choque con Rossi, centre half del equipo local. La fractura de tibia y peroné del jugador granate, hace que Cevasco tenga que recomponer la ofensiva: Carranza se incorpora como wing derecho, Fernández queda como centroatacante, Lugo y Reynoso quedan como insiders, y se mantiene a Moyano de wing izquierdo. Durante la primera mitad del torneo, y casi como en todo el campeonato, Lanús alterna en las primeras tres posiciones.
Lanús Subcampeon Primera Division 1956. Equipo que enfrento al Racing Club.
Ya iniciada la segunda rueda, Prato sufre una lesión, por lo que en su puesto, Cevasco designa a Ramos Delgado como su reemplazante. Lanús encara una racha de triunfos ante Rosario Central por 4-2, Estudiantes 2-1, e Independiente 2-0. Llega el 7 de octubre de 1956 donde jugando la 7° fecha de la 2° rueda, Lanús vence como visitante a Boca Juniors por 2-0. Ambos tantos granates fueron marcados por Lugo. A esa altura del torneo, la prensa de la época elogiaba al equipo con títulos como “Sinónimos: Lanús - Futbol”, y narraban que “practicando un juego de alta categoría, con serenidad y prestancia, Los Granates derrotaron a Boca Juniors por 2-0”. La racha victoriosa se prolonga una fecha más con otra goleada hacia Huracán, pero esta vez por 4-1. Seguían las fechas del torneo y Lanús seguía en posición expectante. Llega la fecha 24° del torneo y en el estadio de General Arias y General Acha (hoy Hector Guidi), Lanús recibía al equipo con el que compartía el liderazgo de la tabla de posiciones hasta ese momento: River Plate. Era el 28 de octubre de 1956. Comienza el encuentro con un claro dominio por parte del local, que solo logra adelantarse en un gol en el marcador gracias a la excelente labor del arquero suplente de River Plate, Ovejero, que reemplazaba al mítico Amadeo Carrizo. Cabe recordar que para ese encuentro, River llegó con dos bajas importantes: la ya citada de Carrizo, y la de su centre half, Rossi. Cuando todo el mundo esperaba que en el segundo tiempo, Lanús termine de vapulear a River Plate, y se imponga definitivamente en el partido, todo lo contrario sucedió. Fue el elenco visitante quien con goles de Lousteau, Sánchez, y Labruna revirtió el marcador, y sepultó las ilusiones de los miles de corazones granates que habían colmado el mítico estadio de madera. A pocas fechas del final, era imposible revertir la tendencia, que se terminó por confirmar al final del torneo. La decepción en Lanús fue inmensa. El club resultó muy perjudicado, por la ira de muchísimos hinchas quienes manifestaron su descontento destruyendo los carnets de socio.
Lanús Subcampeón Primera División 1956. El plantel completo en el viejo estadio de madera.
Las veredas de la sede fueron alfombradas por miles de carnets destruidos en descontento por el resultado final. Es que muchos hinchas de Lanús, todavía hoy, después de 44 años, no se explican cuales fueron las causas que llevaron a que en 45´ se derribaran las ilusiones de toda una ciudad. Sin desmerecer el coraje de los jugadores de River Plate, que revirtieron en su favor una situación que se les presentaba por demás complicada, la gente granate sigue sin comprender que fue lo que llevó a que el equipo perdiera la posibilidad de haber sido el primero de los considerados chicos para la AFA, en haberse consagrado campeón de Primera División. Esa incertidumbre creó una cierta suspicacia de que el equipo no dió todo lo que podía dar, y llevó a los hinchas a comportarse de esa manera. Al finalizar el torneo, como se esperaba después de este último resultado se consagró campeón River Plate. Lanús alcanzó su mejor performance en Primera División logrando el subcampeonato y se metió en la historia del fútbol argentino, como un equipo que jugaba un fútbol de riquísimo nivel técnico, pero que no le alcanzó para ser campeón.
La gran decepción final sufrida por la hinchada, pareció haber calado en el equipo en la temporada de 1957. Lanús finalizó ese torneo en la 14° posición, a dos posiciones del descenso. Ya se sentía que los Globetrotters no eran el equipo que había sido en las campañas anteriores. En 1958, Lanús confirma que retorna la senda irregular por la que ya había atravesado durante los primeros años del profesionalismo. Finaliza en la 13° posición, y lo único positivo del año, fue la performance del “Tanque” Rojas, quien finalizó segundo en la tabla de goleadores con 21 tantos, detrás de Sanfilippo de San Lorenzo de Almagro que anotó 28. En 1959 se experimenta una leve mejoría, pero no deja de ser una campaña mala: Lanús termina en la 11° posición. Ya en 1960, la 14° posición es un presagio del descenso, que llega en 1961. En ese mismo año, abandona el equipo el estratega, quien para muchos granates fue el mejor jugador de la historia del club: José “Pepe” Nazionale. Con las campañas realizadas por el equipo después de 1956, se veía que en algún momento el descenso iba a tocar las puertas de Lanús. Una vez ya en Primera B, se abriría una etapa incierta en un principio, pero que terminaría dando alegrías en la historia del club. Pero eso ya forma parte de otra historia...
Lanús Campeonato de Primera División 1960 .
Los Albañiles
Los Albañiles, símbolos de buen futbol: Silva y Acosta. El Campeonato del 64, las locuras de De Mario, y todo el buen futbol desplegado por Lanús, resumido en esta parte de nuestra historia.
Acosta y Silva. Símbolos de una época.
Con el descenso a cuestas, y la nostalgia de no ser el equipo que alguna vez fue, el Club Atlético Lanús encara el año 1962 en Primera B. La premisa era ascender lo antes posible.
El antecedente del equipo en el ascenso era más que favorable para pensar en recuperar los sábados la gloria perdida los domingos. Pero la decepción del ’56 parece haber calado más que hondo en el espíritu del primer equipo, que para esa época ya contaba con muy pocos jugadores participantes de aquel equipo (el subcampeonato logrado fue histórico para la el club, sin embargo la mayoría de los simpatizantes resultaron decepcionados por no haber alcanzado ese titulo).
Ese año realiza una campaña por demás irregular en el torneo de ascenso. Las heridas de los hinchas quizás para esa época hayan cicatrizado, pero el equipo seguía sin encontrar la senda victoriosa de años anteriores, y para mal de males, lo sufría jugando en la Primera B.
El campeonato de 1963 no ofreció muchos mas cambios en el panorama del club. Una campaña similar a la del año anterior dejó a los hinchas el sabor amargo de seguir jugando en una categoría que por trayectoria, al joven club no le correspondía. Como nota destacable, se puede decir que en la fecha 17 de este torneo, debuta en la primera de Lanús un centrodelantero de nacionalidad paraguaya llamado Bernardo Acosta. En un futuro no muy lejano, se transformaría en uno de los encargados en devolverle la alegría a toda una ciudad.
En 1964 Lanús trataría de lograr lo que le fue imposible en los dos años anteriores: volver a la Primera A. Llega a prueba al club un delantero libre de Estudiantes de La Plata, de apellido De Mario. En una de las pruebas en un amistoso frente al Quilmes Athletic Club, el delantero tuvo una muy buena performance que llamó la atención de los dirigentes quilmeños. Los dirigentes de Lanús para asegurarse el pase del delantero, le hicieron firmar a este en una servilleta de papel, las bases de su contratación. Así, Lanús ya se había asegurado un refuerzo. Otras de las incorporaciones fue un joven proveniente de la división reserva de Chacarita Juniors, llamado Manuel Silva. Con estos dos nombres, más el del joven Bernardo Acosta, Lanús había formado la delantera base del equipo que conquistaría meses mas tarde el segundo título en la era profesional: el Campeonato Primera B 1964.
Lanús Campeón de Primera División B 1964.
El 19 de abril comienza el torneo de ese año, en el cual con un estilo depurado y virtuoso, Lanús termina por conquistar el 5 de diciembre. El Director Técnico fue Freire, y el equipo formaba con Irusta; Bravo y Avalos; Tedesco, el eterno y capitán Guidi, y Paz; Iglesias, Parenti, Silva, Acosta y De Mario. Nacen los populares albañiles, Silva y Acosta. Y la hinchada granate se regocija con sus paredes, y las locuras de De Mario pisando la pelota y enloqueciendo a sus marcadores. Lanús recobra la alegría, jugando al fútbol que más le gusta a su hinchada. La campaña se resume en 17 partido ganados, 10 empatados, y 6 perdidos. Convierte 57 goles, 17 de los cuales llevan la firma de un artista del balompié, como “Manolo” Silva, y 14 del delantero por excelencia, el del olfato goleador, el que le da pesadillas a los arqueros rivales: el “Baby” Acosta.
En 1965, otra vez en lugar que nunca debió perder, el Club Atlético Lanús se prepara para volver a jugar en Primera A. Los malos tiempos pasados cambiaron por un augurioso presente que traía buenas noticias en todos los aspectos. Ese año, la Honorable Cámara de Diputados de la República Argentina por medio de una ley, autoriza la cesión de terrenos de propiedad de Ferrocarriles Argentinos, al Club Atlético Lanús. En esas tierras, el club emprendería quizás la más importante de todas sus obras: la construcción del Polideportivo, orgullo de todos los hinchas y socios granates, y orgullo de la ciudad de Lanús. Esas tierras con el tiempo se irían convirtiendo en el pulmón verde de la ciudad, y cumplirían un rol fundamental en el resurgimiento del club, en épocas donde se corrió el peligro de una posible quiebra. Pero más adelante nos encargaremos sobre este tema en particular. Volviendo a lo que pasó en 1965, el club decide reforzar su línea media adquiriendo el pase de un experimentado volante proveniente de River Plate: Martín Pando. Pando, con el correr del tiempo se transformaría en la manija del equipo. Al inicio de la temporada, también se decide contratar a Pedro Dellacha como Director Técnico. La campaña realizada por el equipo fue regular, pero el funcionamiento de Lanús mejoró notablemente con el correr de los partidos. Se afianzó la dupla ofensiva Silva y Acosta, y se obtuvieron buenos resultados frente a equipos importantes como una victoria de 1-0 frente a River Plate con gol de Parenti de tiro libre en el estadio de Atlanta como local, dos victorias frente a San Lorenzo de Almagro por el mismo marcador, y una ante el Racing Club. Ocupó la 15° posición, pero por las causas anteriormente citadas, se puede decir que se cumplió un buen papel.
En 1966, la campaña realizada por “el Grana” no es de las mejores. Finaliza en la decimocuarta posición sobre veinte equipos participantes. El goleador del equipo fue Bernardo Acosta, pero ese año es recordado solamente porque el 7 de agosto, en el estadio Monumental de Núñez, disputó su último partido con la gloriosa casaca granate Héctor Guidi, prócer de la institución. Para la ocasión, el “nene” no uso la clásica 5 con la que todos los granates lo recordamos, sino que vistió la numero 2.
Lanús Campeonato Metropolitano de 1967.
Al año siguiente, los hinchas granates comenzarían a ver quizás lo máximo dado por los Albañiles. Lanús ingresaría en una etapa, recordada no solo por todos los granates de la época, sino por todos los aficionados del fútbol, que se supieron deleitar con el arte plasmada por los granates en todos los campos de juego. Lanús era, más que nunca, fiel a sus principios de buen fútbol, que engrandecieron nuestra historia y nuestra institución.
En 1967, los albañiles finalizan en la quinta posición del Metropolitano, dando cátedras de buen fútbol y goleando, entre otras cosas, en el clásico frente a Quilmes y como visitante por 7-2. Fue el 23 de Julio de 1967, día inolvidable para muchos. Esa tarde Acosta convirtió 5 goles, que lo ayudarían mucho en los 25 finales para ser el goleador del campeonato. Otros que sufrieron en carne propia el “jogo bonito” granate, fueron Argentinos Juniors, quien cayó derrotado por 6-1 con 4 goles de Silva y Atlanta, quien cayó por 5-1. Lanús volvía a ser protagonista de los campeonatos.
Para 1968, el protagonismo no iba a cesar ni mucho menos. Ovejero; Carnevale, Sabella, Ostua, Garmendia, Osvaldo Piazza, Minitti, Fernández, Silva, Acosta y De Mario seguirían divirtiendo a la mayoría de los sureños. Lanús llegó a la última fecha del Metropolitano con posibilidades de acceder a las semifinales por el título (el torneo se jugó en dos zonas, en las cuales los dos primeros de cada una pasaban de ronda para jugar por el Campeonato). La Zona en la que jugaba Lanús se encontraba liderada por San Lorenzo de Almagro, que con el equipo de “los Matadores” había sacado una considerable ventaja. El segundo puesto era compartido por Lanús y Boca Juniors, mientras que tercero a dos puntos del Grana se encontraba Estudiantes de La Plata. La última fecha encontraba a Boca recibiendo a Banfield, y a Lanús visitando a Estudiantes. Era difícil de esperar que Banfield superara a Boca como visitante, pero milagrosamente “el enemigo” lo logró. Ganó 3-0 en la Bombonera, y dejó a Boca fuera de las semis. Lanús con el empate pasaba a jugar las semifinales. Muchísimos hinchas acompañaron a Lanús a La Plata, en la búsqueda del pase de ronda. El primer tiempo terminó favorable a Estudiantes por 2-0. En la segunda etapa, Lanús logra igualar el marcador, y transitoriamente el pase de ronda. Las ilusiones granates duraron pocos minutos, ya que Estudiantes terminó imponiéndose por 4-2, igualando a Lanús en puntos, pero superándolo en diferencia de goles. Así Lanús terminó tercero, y el equipo platense en semifinales. Igualmente, nadie podría quitarle meritos al excelente papel desempeñado por el equipo. En el Nacional, la campaña no fue tan buena, y el Grana merodeó por la mitad de la tabla.
Lanús Campeonato Metropolitano de Primera División 1968.
Como ocurrió casi en toda la gloriosa historia granate, después de los grandes picos, vendrían los grandes bajones. En 1969 deja la dirección técnica del club Pedro Dellacha, el cual es reemplazado interinamente por Héctor Guidi, y definitivamente por Victorio Spinetto. Solo se rescata la goleada histórica en la segunda fecha contra Chacarita Juniors, por 7-2 (el equipo tricolor ese año se consagraría campeón). El gran equipo de los albañiles se empezaba a desmembrar. Acosta es vendido en 18.000.000 $ al Sevilla y la campaña granate fue mediocre. Se obtuvo el séptimo puesto. Quizás comenzaba a vislumbrarse el inicio de una época muy triste para el club, acompañada de una inestabilidad que casi lo lleva a la quiebra. La única alegría es el campeonato de Básquet, deporte que le seguiría dando prestigio al club, durante toda esa época.
En 1970 son transferidos a Newell´s Old Boys “Manolo” Silva y Cabrero. Lanús ocupa la decimonovena posición en el Metropolitano, juega el Reclasificatorio y finalmente desciende. El goleador fue Bentrón con 17 goles. Se abre una etapa de sinsabores en la historia de nuestra gloriosa institución.
El equipo granate saludando a su hinchada, en cancha de Huracán en 1968.
La Caída
Lanús encara una epoca de vaivenes que lo terminan depositando en Primera C con una crisis institucional que casi lo llevan al cierre. Los campeonatos, los descensos, y todo lo que ocurrió en este período.
Lanús Campeón de Primera División B 1971.
Llega 1971, y Lanús en Primera B. Por historia, por grandeza institucional y por su gloriosa hinchada, el equipo debía retornar lo antes posible a la máxima categoría. Ya sin los albañiles, el grana encara el torneo de ese año. Por los pases de Silva y Cabrero a Newell’s, llega el delantero Alfredo Veira. En el banco de suplentes, un símbolo: Hector Guidi.
El torneo no arranca de la mejor manera para el Grana, que cae derrotado ante Deportivo Español en el estadio de Huracán por dos tantos a cero. Le siguen un empate ante Comunicaciones y una derrota ante nueva Chicago, por lo que la Comisión Directiva decidió despedir a la gloria Granate. En su lugar, es nombrado Benancio Acosta, que logra revertir de a poco la irregular campaña granate hasta llevarlo a pelear por los primeros puestos. Finaliza la primera rueda en la tercer colocación detrás de Arsenal y San Telmo respectivamente, hasta que ni bien comenzada la segunda rueda, el Grana toma el liderazgo en la tabla de posiciones.
Poco antes de finalizar el torneo, por una huelga de jugadores profesionales se pudo haber peligrado el hecho de no obtener el campeonato, pero solo pocos jugadores granates adhirieron, y Lanús supero a Almirante Brown por cuatro a uno, y así se pudo consagrar como Campeón de Primera B de 1971. Lograba así el tercer campeonato en la historia del fútbol profesional del club, y la vuelta a Primera A.
Mientras tanto, la gloria deportiva por el club seguía en alza gracias al basquetbol, que durante ese año cosecho los títulos de Campeón Metropolitano, Ganador Copa Argentino -Paraguaya, y Ganador de la Copa Internacional Garre.
El equipo granate de 1972.
Con la ilusión de volver a llenar las canchas del buen fútbol que siempre caracterizó a la mas gloriosa institución de la zona sur, el Grana volvía a su casa, al lugar que le pertenecía: La Primera A.
Pero si algo caracteriza esta época de la historia granate, es la irregularidad en todos los aspectos. Las ilusiones de los granates de volver a las viejas épocas en poco menos de un año quedan en el olvido tras la paupérrima campaña hecha por el primer equipo. Los únicos tres equipos que perdieron ante el Grana fueron Atlanta, Ferro e Independiente. Solo logró empatar en seis ocasiones y cayó derrotado en veinticinco. La peor campaña de toda la historia para Lanús, que como era de esperarse desciende acompañado de su eterno rival, Banfield. Nunca antes había vuelto a la máxima categoría solo por un año.
El fútbol no pasaba por sus mejores épocas, y las penas granates solo eran saciadas por el basquetbol, que lograba un nuevo campeonato: Campeón Torneo Oficial de Buenos Aires.
Durante 1973, la campaña del Grana, otra vez en Primera B, fue por demás irregular ya que solo logró conseguir el séptimo puesto, cuando la obligación era ascender.
En 1974, el campeonato de Primera B se jugo en tres etapas: Apertura, Campeonato y Torneo Final, que jugaban los tres primeros de cada torneo. Lanús cae ante Estudiantes de Buenos Aires en el estadio de Atlanta por dos a uno, por lo que no logra una vez mas el objetivo.
La formación del primer equipo en el año 1976.
En 1975, bajo la presidencia de Lorenzo D’Angelo, el club recibe de parte del estado nacional la cesión gratuita de 107.000 m2 mediante la promulgación de la Ley 20.846. En esas tierras, Lanús forja su grandeza institucional.
En ese mismo año, el equipo de fútbol sigue sin dar la tan ansiada vuelta a la Primera División. Lanús en la ronda final pierde el ascenso a Primera División ante San Telmo. El goleador del equipo fue Hugo Epifanio.
Mientras tanto el basquetbol lograba el Subcampeonato del Torneo Oficial de Buenos Aires. Los duelos Lanus - Obras Sanitarias marcaron una época durante esta década en el basquet nacional.
En el Aspecto Cultural, un grande como Joan Manuel Serrat participó de los carnavales organizados por el club. El catalán junto con otras importantes figuras musicales de la época, participaban de este evento que se realizaba todos los años para todos los granates.
Llega 1976, y el Grana que debía volver a Primera, logra hacerlo tras consagrarse campeón. El torneo se disputó en una Zona Clasificación en la que Lanús termina primero, para pasar a una ronda final en el que el grana termina segundo tras caer en la última fecha ante Almagro. El ascenso lo logra Platense, pero el torneo aún continúa y en la final del hexagonal por la segunda plaza a Primera División, el Grana se impone a Almirante Brown por dos a cero en el viejo Gasometro de Avenida La Plata.
La formación del equipo del Club Atlético Lanús en el año 1977.
El goleador del equipo fue Juan Carlos Nanni. La AFA dispuso que tanto Platense como Lanús lleven el titulo de Campeón, a pesar de que uno obtuvo primero el ascenso que el otro. Sin saberlo en ese momento, el viejo estadio de San Lorenzo, pasaría en poco tiempo a marcar a fuego la historia del granate. Pero iremos paso por paso.
En 1977, Lanús intenta cortar con el presente irregular del fútbol, y nuestros dirigentes no tienen mejor idea que para mantener la categoría, armar un buen plantel, con suficiente recambio como para que Lanús pueda afianzarse nuevamente en Primera División, y lograr todo lo bueno hecho en décadas pasadas. Para eso, disponen que se contrate poco mas de 35 jugadores profesionales (una verdadera locura, para cualquier club).
Arranca el Torneo con una actuación aceptable, hasta que se decide transferir al goleador del equipo: Juan Carlos Nanni es vendido al Celta de Vigo.
La debacle futbolística comienza a partir de la venta del goleador, a la que se le suma la económica, por todo el costo que llevaba mantener un plantel tan numeroso, que no se justificaba en calidad, para cualquier institución. Así, Lanús deja la mitad de tabla del torneo, para empezar a encaramarse en los puestos de abajo.
Se llega a la anteúltima fecha y el Grana visita a Independiente, una institución modelo por aquellos tiempos, y un equipo de los más poderosos también. Lanús logra una verdadera hazaña por la racha negativa que atravesaba en ese momento, y por el rival, que peleaba por conseguir el título, y empata en uno.
Lanús versión 1977.
Estira la diferencia en dos con Platense, para dirimir el último puesto del descenso, y espera confiado a Rosario Central como local.
Una multitud asiste para alentar al granate que solo con un empate mantenía la categoría. El primer tiempo finaliza en cero, pero los dos puntos al final se fueron para Rosario. Platense ganó y obligaba al Grana a disputar un partido desempate en el viejo Gasometro
16 de noviembre de 1977, noche calurosa y húmeda en Buenos Aires. En el estadio de San Lorenzo, Lanús debía jugar frente a Platense para dirimir la última plaza de descenso. El partido finaliza en cero, y las más claras las tuvo el Grana. Se va al alargue y nadie logra abrir el marcador. Llegan a los penales, y toda la tensión que provoca jugarse un descenso desde los doce pasos.
La primer serie de penales finaliza en paridad en cuatro goles ya que habían convertido M. Arturo Juarez, Belloni, Perez, y Ulrich para Platense (Sanchez, arquero de Lanus le detuvo el penal a Gianetti) y Cardenas, Pachame, Ribecca y Moralejo para el Grana (Miguelucci, arquero de Platense le contuvo a Coria). Es necesaria una nueva serie y Miguel Angel Juarez de Platense abre el marcador, Zarate de Lanús anota, desvía su penal Niro de Platense, y Miguelucci le detiene el remate a Beneju. Cinco a cinco, y una nueva serie. Rivero de Platense anota, tanto como Barrera de Lanus, Pinasco (P), y Giachello (L). Otra serie más, y Peremateu (P) falla. Toda la alegría de Lanús podía llegar de los pies de su arquero, quien debía ejecutar.
Año 1978, vs. Argentino de Quilmes.
De pie: Perassi, Luna, Benejú, Lozano, Giachello y Barrera.
Agachados: Arzaut, Enrique, Cristaldo, Vazquez y Attadia.
D.T: J.Mallo
Pero el remate de Sanchez es detenido por Miguelucci, quien debía patear pero ante la “distracción” de las autoridades y de los jugadores de Lanús, envía en su lugar a Miguel Arturo Juarez (ya habían pateado los diez jugadores de campo de cada equipo). Juarez convierte. Se dirige Cardenas a ejecutar el suyo para poder igualar la serie, pero su remate es contenido por Miguelucci. Cardenas cae al piso y llora desconsoladamente el descenso de Lanús, como así la multitud de hinchas que copo el Viejo Gasometro, como así todos, hasta los granates del cielo lloraron. Inmediatamente después del último penal, un diluvio acompañó la tristeza del descenso del Grana. Ya nada iba a ser igual.
Mientras tanto, el basquet logra el Campeonato Argentino de clubes
. El club le reclama a la AFA la restitución de categoría, por considerar viciada la definición por penales. La entidad organizadora del fútbol hace oídos sordos, por lo que Lanús le inicia juicio a la Asociación del Fútbol Argentino.
Llega 1978, el Mundial para los argentinos, y nuevamente la B para Lanús. Algo que no era costumbre hasta entonces, empezaba a serlo, y nadie sospecharía que hasta lo impensado podía pasar. El golpe del descenso fue duro en todo sentido y ya la crisis no era solo futbolística. La economía de Lanús atravesaba por uno de sus peores momentos, y toda la crisis del club se ve reflejada en el campo de juego.
Se comienzan a prescindir de los servicios de la gran mayoría de los jugadores contratados un año antes, por lo que Lanús debe luchar solo por mantenerse en Primera B, con mayoría de jugadores juveniles.
Lanús vs. Ferro, 1978.
Parados: Perassi, Benejú, Giachello,Zappia, Lozano y Barrera; Hincados: Calderón, Moralejo, Vazquez, Cárdenas y Cristaldo.
DT.: Montaño PF.: Garrandéz
La caída podía llegar pero a nadie se le pasaba por la cabeza. El 26 de Mayo, la asamblea de socios solicita la renuncia de Francisco Leiras como presidente de la institución. Asume en su reemplazo Yoliban Biglieri, elegido por los socios en las elecciones del 4 de septiembre de ese año. En ese interín, el club fue manejado por la comisión revisora de cuentas.
Se llegan a utilizar 46 jugadores, y solo se logra igualar la última plaza de descenso con Villa Dálmine.
El 25 de Noviembre de 1978, otra vez en el viejo Gasometro, Lanús se jugaba parte de su historia. La crisis y la caída se hicieron carne en el Grana. Lanús perdió por dos a cero, y lo impensado pasó. Lanus debía jugar en Primera C.
La administración paupérrima de sus dirigentes lo llevaron ahí, con un pasivo de más de 2.000.000 de U$S (una fortuna impensada para la época), y con cerca de 200 juicios en contra. Sus hinchas lo supieron, de ahí el llanto desgarrador, mezcla de impotencia y bronca, por el triste presente. Y sus hinchas, en las malas dijeron presente, y demostraron porque la granate es una de las más gloriosas hinchadas.
Pero esa es otra historia...
El Resurgimiento
Lanús 1979
Llega 1979, y Lanús atraviesa su peor crisis de la historia. El club, casi quebrado, con mas de 200 juicios y una deuda de mas de 2.000.000 U$S. El Campeonato del '81, los vaivenes en la B, el desastre del Chaco, y la hazaña en Quilmes.
La formación granate en el año 1979.
Mil novecientos setenta y ocho fue quizás uno de los años más importantes para el hincha argentino del fútbol, pero para una de las más tradicionales hinchadas del país, la de Lanús, fue el peor de la historia. El club más importante de la zona sur de Buenos Aires, el más populoso, sufría su traspié más grande y corría riesgo de dejar de existir.
Con este panorama desolador, al que se le sumaba una deuda superior a los 2.000.000 U$S, y 200 juicios en contra, Lanús arranca 1979. En Primera "C", un lugar desconocido hasta ese momento por el equipo granate y una categoría que se vestía de gala, para recibir a un club demasiado grande ya para jugar los días sábados. Con una base juvenil, Lanús logra pelear hasta el final del torneo por el ascenso. En la última fecha de ese torneo, en cancha de Atlanta, el "grana" cae derrotado ante Deportivo Español por uno a cero, y así el equipo de la colectividad española le arrebata al granate la posibilidad de ascender.
Paralelamente a esto, la preocupante situación económica del club, que lo tenía al borde de la desaparición, hizo que mas que nunca el pueblo Lanusense y todos los simpatizantes granates empezaran a colaborar en lo que pudieran para darle una mano al club. Al comienzo de 1979, Lanús solo contaba con 2000 socios, y la única alternativa que quedaba era la unión de todos los hinchas y allegados a la institución, para sacarla del pozo en el que se encontraba inmersa. Y así, de a poco, todos fueron colaborando en una especie de "causa granate" , con un objetivo bien definido : salvar al club.
De parte de las agrupaciones políticas, también llego el gesto: se decidió formar una "unidad" entre todas las fracciones, ya que el presente del club y sus urgencias estaban por delante de cualquier tipo de opinión.
Lanús ofrecía esta formación al comienzo de la decada del '80.
Llega 1980 a la ciudad granate, y el primer equipo no logra el objetivo de ascender. La base no cambia demasiado con respecto al año anterior, pero no todo es negativo. El club avanza cada vez más en el plano social, y, de a poco, se empieza a notar la cada vez mayor participación del pueblo granate (simpatizantes de Lanús y habitantes del partido) en la vida social del club.
La comunidad granate recién tendría una de sus máximas alegrías en 1981, cuando Lanús se consagró campeón de Primera “C”, después de haber realizado una campaña espectacular. Quizás para los que no comprendan el sentimiento de ser granate, un campeonato de Primera "C" resulte de poco valor. El tema es que Lanús llegó quebrado a esta categoría, y gracias al apoyo de todos, en 1981 salió campeón y pasó a tener de 2000 socios a mas de 10.000, además de sanear su economía. Lanús se despedía de la "C" a cancha llena, vivía un momento de revancha para tanto dolor, y su gente lo acompañaba en multitudes.
En 1981, el principal adversario del granate para la conquista del campeonato fue Chacarita Juniors, otrora acérrimo enemigo, para esas épocas ya, gran amigo. Junto con el Grana, los funebreros no solo ascendieron, sino que en ambos partidos en los que se encontraron ambos equipos marcaron el récord de recaudación de la fecha de todo el fútbol argentino, superando incluso a los grandes de Primera Division.
El grana alcanzaba el campeonato varias fechas antes de su finalización, tras vencer a Comunicaciones en la gloriosa Fortaleza, por aquellas épocas de madera. El grana redondea una campaña espectacular, tras ganar 31 partidos, empatar 4 y perder solo 3. Sesenta y seis puntos, de setenta y seis posibles, anotando 102 goles a favor, y recibiendo solo 34 en su valla. El artífice de semejante campaña fue un autentico especialista en torneos de ascensos, un hombre querido en todos los clubes donde dirigió, Juan Manuel Guerra, conocido como "el viejo", para todos los simpatizantes del fútbol. El plantel granate estaba conformado por : Gómez, Stracquadaini, Sánchez, Suarez, Lodico, Ramón y Hector Enrique, Romero, Perassi, Molteni, Acuña, De Freitas, Beltran, Sicher, D’Angelo, Gianetti, Cerdan Attadia, Morelli, Nanni, Crespin, Fuentes, y el máximo anotador del equipo, Claudio Nigretti, con 25 tantos.
La delantera granate campeona en 1981.
Lanús Campeón de Primera C 1981. La fiesta en el viejo estadio de madera colmado por el pueblo granate. Fue el renacer de la institución.
Formación granate en el año 1982.
En 1982, Lanús de vuelta en la Primera B, una categoría desconocida por el club 35 años antes, pero habitual en esos tiempos. Para ese año, por primera vez en la historia del fútbol argentino, un equipo "grande" dejaba la Primera Division para jugar en Primera B: San Lorenzo de Almagro, un grande bien de cabotaje, que ni siquiera se pudo dar el lujo de jugar una final continental en su historia.
Los de "Boedo", por esa época sin cancha (una importante cadena de supermercados se quedaría con los terrenos que ocupaba la cancha, que tanta tristeza nos causaron a los granates entre 1977 y 1978, en las dos finales por el descenso perdidas). La campaña realizada por el grana fue irregular. El equipo arranco siendo dirigido por Don Juan Guerra, pero la falta de resultados hizo que la dirigencia desee reemplazarlo por Pedro Dellacha. Solo quedan en el recuerdo la victoria ante San Lorenzo como local por 1-0 en la gloriosa fortaleza, estadio que debió visitar el equipo azulgrana (en esa temporada, San Lorenzo sacó de sus estadios a todos los equipos menos a Lanús, Gimnasia de La Plata y Banfield).
Así formaba Lanús en el año 1983.
En 1983, el grana se desprende de uno de sus máximos ídolos: Hector Adolfo Enrique, el "negro", como lo conocen todos. Fue vendido a River Plate, club donde se transformaría en una gran figura, y gracias a sus actuaciones lo depositarían en la Selección Nacional de Fútbol Campeona del Mundo de 1986. La campaña del equipo fue irregular como en el año anterior. De los 42 partidos del torneo, el grana ganó 10, empato 19, y perdió 13 partidos. Dellacha, con el correr de los partidos, fue reemplazado por un interinato de D’Angelo en la dirección técnica, quien a su vez, también fue reemplazado por Ginarte. El "gordo" duraría solo ocho partidos en el cargo, dándole el lugar a Ithurrieta hasta el final del campeonato.
En 1984, el objetivo de ascender era la premisa con la que Lanús arrancaba la temporada. En la primer fecha del torneo cae como local frente al modesto El Porvenir, con gol de Oscar "Pinino" Mas. El equipo se desempeña de manera irregular, y tras cuatro derrotas consecutivas, Ithurrieta deja el cargo de Director Técnico. El reemplazante es Ramón Cabrero, que debuta precisamente en el clásico frente a Banfield, donde se impone "el grana" por 3-1, con dos conquistas de Claudio Nigretti y una de Marcelo Fuentes.
Lanús finaliza cuarto el torneo e ingresa en el octogonal por el segundo ascenso (el campeonato fue vencido por Deportivo Español). En semifinales, Lanus debió enfrentar a Racing. Por disposición de ambas dirigencias, ambos partidos se jugaron en escenarios neutrales. El primer chico se jugó en Velez, y el grana cayó derrotado por 2-0. El segundo chico se jugó en Avellaneda, pero en Independiente. El partido estaba igualado en cero, cuando el arbitro Emilio Misic ve como intencional una mano de Schamberger. La dudosa jugada derivó en un penal para Racing, que es contenido por Perassi. Sin embargo, para el arbitro el arquero granate se había adelantado, por lo que ordenó que se volviera a ejecutar el remate. El segundo intento terminó en gol de Racing, desatando la furia de los más de 10.000 granates que llenaron la popular local de Independiente. El partido no se pudo continuar, debido a los proyectiles que caían desde la popular de Lanús. El tribunal de disciplina dispuso que el resto del encuentro debía disputarse un día de semana y por la tarde (el segundo chico frente a Racing en Independiente se había jugado un sábado a la noche). Ya en la continuación del match suspendido, Lanús logra dar vuelta el resultado y se pone 2-1, pero una supuesta falla en el cronometro de Misic, hace que el encuentro finalice cinco minutos antes del tiempo reglamentario. Increíble pero real, el partido que debía terminar en el minuto 90, finalizó en el 85. A todo esto, la presión del equipo granate hacía que el tercer gol estuviera al caer. Cuando Misic dispuso el final, los jugadores de Racing se desprendieron de sus camisetas y se las tiraron a sus hinchas. Todo el plantel de Lanús se le fue encima a Misic por el error cometido, y lo peor llegó cuando el arbitro se percato de su "equivocación", y aludió en que los jugadores de Racing ya no tenían la indumentaria respectiva para continuar el partido. Bochornoso lo del arbitro, y una vez más, el equipo granate perjudicado notoriamente ante un fallo arbitral.
El año siguiente, el equipo granate debió comenzar su temporada jugando como local en Huracán, ya que el tribunal de disciplina pasó por inadvertido el arbitraje de Misic, pero no los incidentes causados por los simpatizantes granates. En este torneo, el grana disputa 42 encuentros, en los que resulta vencedor en 16 oportunidades, empata en 15 y cae derrotado en 11. Clasifica al octogonal y queda eliminado en primera ronda al caer como visitante ante Atlanta por 2-0. En el partido de vuelta, en el estadio de Boca Juniors, Lanús vence como "local" a Atlanta por 2-1, pero la diferencia favoreció al equipo Bohemio, que pasó de ronda.
Horacio Attadia, pilar fundamental en el equipo Campeón de 1981.
Para 1986, la Asociación del Fútbol Argentino, dispone reestructurar sus campeonatos y crea el Nacional B, torneo conformado por equipos metropolitanos y por equipos del interior, afiliados a la AFA a través de su liga de origen. Por lo que se debían reestructurar las categorías y determinar que equipos de la Primera B pasarían a jugar el nuevo torneo de Segunda Division.
El torneo que determinaba la clasificación, se denominó torneo Apertura y se jugó durante la primer mitad de 1986. Estaba compuesto por dos zonas de diez equipos cada una, en las cuales los tres primeros se clasificaban a un octogonal junto con el mejor cuarto (Lanús, en este caso) y el segundo peor promedio del descenso de Primera Division “A” (Huracán). El ganador de este octogonal fue Deportivo Italiano, quien derrotó a Huracán en la final por la plaza a Primera División. El equipo granate quedaría eliminado del octogonal en manos de Huracán, tras caer en los dos encuentros por 2-0 y 3-2.
Así y todo, "el grana" tuvo que seguir participando para asegurarse su participación en el Nacional B 86/87, al que clasifica agónicamente tras vencer en el partido definitorio a almirante Brown por 4-1 en La Fortaleza. El Granate fue el último equipo en clasificar al nuevo torneo.
El Nacional B lo tuvo a Lanús como uno de sus principales animadores. En este campeonato, tras 42 partidos, Lanús vence en 18, iguala otros 18, y cae derrotado solo en 6 oportunidades. Accede al dodecágonal por el segundo ascenso, donde debe enfrentar a Banfield en cuartos de final. Como visitante, el grana consigue un valioso empate en cero. Para el partido de vuelta, Lanús debía vencer al menos por un gol, ya que el "enemigo" de siempre, con solo empatar pasaba de ronda por haber terminado en la segunda ubicación en el torneo. El partido de vuelta finalizó con un 2-3 en favor de Banfield, equipo que terminaría ganando el dodecágonal. El "grana" quedó eliminado como local, pero lo bueno o rescatable de todo esto, es que desde esa ocasión, Lanús se mantiene invicto como local en el clásico y ya pasaron catorce años de ese partido.
La temporada 87/88, no es de las más recordadas por los simpatizantes granates. La campaña efectuada por el equipo fue la peor en la historia de los Nacional B, ya que solo ganó 11 partidos, empató 13 y cayó derrotado en 18. Lo llamativo fue que en esa temporada Lanús tuvo la delantera más goleadora y la valla más vencida. Algunos resultados que quedaron para el recuerdo fueron un 8-3 ante Temperley y un 7-2 ante Los Andes. Los goleadores del equipo fueron Crespin con 16 tantos y Villagrán (para esa altura, ya era un ídolo indiscutido de la hinchada) con 15 conquistas.
Gilmar, en 1985, en su segunda temporada en el club.
Lanús versión 1989.
La temporada 88/89, tampoco debe ser de las más gratamente recordadas por los simpatizantes de Lanús, que ya añoraban la Primera División, categoría que el club había ya dejado de militar once años atrás. Lanús arranca la temporada bajo la conducción de Roberto Rogel con Ducca (arquero proveniente de Independiente), Segovia, Wiktor, Cabrera, y Armando González (recién surgido de las inferiores), Cabrera, Bertolini, Jansa, Villagran, Alonso y Salazar.
Arranca la temporada en el viejo estadio de Quilmes, al cual el grana bate por 0-5. Para la segunda fecha, recibe como local a Almirante Brown y cae por 2-1. De ahí en mas, no perdería más hasta la última fecha de la primer rueda ante Chaco For Ever como local, por 0-2. Lo particular fue que a partir de la tercera fecha, la indumentaria del primer equipo cambió de proveedor (Lanús paso de Topper a Adidas), y la firma alemana, al no contar con la tintura granate para la camiseta, le realizo un diseño bastante moderno para la época, pero en color rojo. Si, extraño ver al Granate de rojo pero fue así. Durante la primer rueda, el equipo obtuvo importantes victorias como un 4-1 ante Colón y un 2-1 ante Huracán, revirtiendo el resultado adverso en los últimos cinco minutos del encuentro.
Para la segunda rueda, el rendimiento del grana no iba a ser el mismo y de a poco, empezaban a desperdiciarse puntos. Faltando no mas de doce fechas para el final, Lanús había obtenido una ventaja de ocho puntos por sobre Belgrano, que era su inmediato perseguidor. Después de la victoria por 2-0 ante los celestes, "el grana" empezó a resignar puntos increíbles. A todo esto, la gente de Adidas logró obtener la tintura granate a través de la camiseta del Torino de Italia (el "granate" italiano también usaba ropa de las tres tiras), y le confeccionó el modelo original a Lanús, que fue estrenado solo un tiempo ante el humilde Estación Quequén de Necochea, último en el torneo, pero que el día de estreno de la granate, se impuso hasta el primer tiempo por 2-1 en La Fortaleza. Quizás las cábalas o la costumbre hicieron que al segundo tiempo, Lanús vuelva vestido de rojo, y logre un empate agónico ante un equipo que no debía generar ningún tipo de inconvenientes. De ahí en más, hasta el final, vimos al granate vestido de rojo. La cantidad de puntos despilfarrados hicieron que Lanús llegue a dos fechas del final del torneo con solo dos puntos de ventaja hacia Chaco For Ever, al que debía visitar en la última fecha. Para la fecha 41, el grana recibía a Central Córdoba de Santiago del Estero, mientras que Chaco For Ever, visitaba al ya descendido Temperley. Si Lanús ganaba y los chaqueños no obtenían los dos puntos, se consagraba campeón y volvía a jugar en primera después de doce largos años (es más, el campeón de ese año clasificaba directamente a la liguilla Pre-Libertadores y debía enfrentar nada mas ni nada menos que a Boca Juniors). Lanús empató en uno y los chaqueños le ganaron al "celeste" por 3-0. Llegaba la última fecha y Lanús que ostentaba una ventaja casi imposible de descontar, le llevaba solo un punto al segundo y tenía que jugar en Chaco.
Más de 3000 simpatizantes granates acompañaron al equipo a Resistencia, para ver la posible hazaña. El partido se disputó bajo ciertas irregularidades inadvertidas por Juan Carlos Lousteau, el arbitro del encuentro (en un momento, se derribó el alambrado olímpico de la popular que ocupaban los hinchas chaqueños). Ya en la segunda etapa, Chaco se pone arriba en el marcador tras anotar un penal bastante dudoso. Los hinchas granates debieron soportar un trato desastroso por la gente local, quien no paró de arrojarle cualquier elemento que tuvieran cerca a los llegados desde Buenos Aires. La ilusión de conseguir el ascenso duró hasta el último instante del partido, cuando Gilmar Villagran estrelló en el travesaño un tiro libre, que podía significar el empate y el título para Lanus.
La vuelta pareció un velorio interminable, y para muchos fue quizás la peor tristeza que les pudo haber deparado Lanús. El "grana" todavía mantenía una chance, que era la del dodecágonal, torneo al que accedía en semifinales debido a la condición de segundo en el campeonato. Ahí, Lanús se midió con Colón, cayendo derrotado por 0-2 en Santa Fe y empatando en uno el partido de vuelta (suspendido a los 40 minutos del segundo tiempo, debido a que la parcialidad granate expresó su descontento arrojando tablones hacia el campo de juego).
Equipo que logró el ascenso en cancha de Quilmes.
El panorama para la temporada 89/90 no era el mejor. Lanús solo contaba con nueve jugadores en su plantel y el elegido para hacerse cargo de la conducción técnica del equipo, era el joven Miguel Angel Russo, volante campeón con Estudiantes de La Plata en los años 80, simpatizante de Lanús desde siempre y recién retirado como futbolista profesional. Con mucho esfuerzo, logró conformar un equipo y debutó en Lanús jugando como visitante en Bahía Blanca, ante Olimpo, y cayendo derrotado por 0-1. Lanus recién ganaría después de varias fechas ante Banfield, como local, por 1-0 (paradójicamente, el último encuentro que registraba como ganado Lanús hasta el momento había sido contra Banfield por 5-1 en la temporada anterior).
La primera rueda fue por demás irregular, el grana no encontraba su identidad dentro del campo, el técnico era cuestionado por casi todos los simpatizantes, y la hinchada era "gastada" por todos los rivales por el fracaso de la temporada anterior. Quizás quienes más se burlaron de Lanús fueron los simpatizantes de Quilmes, quienes realizaron banderas en alusión a la final perdida en el Chaco. El tiempo, ratificaría el dicho que dice "quien ríe ultimo, ríe mejor", y nadie sabe que habrán hecho los simpatizantes del cervecero con esa bandera al final de la temporada.
Para la segunda rueda, la performance del grana mejoró notablemente, y el equipo logró la clasificación al dodecágonal tras finalizar quinto el certamen. El juego no era para nada vistoso, pero el coraje del equipo alimentaba las almas heridas de los simpatizantes de Lanus, y los resultados hacían que la ilusión creciera. El dodecágonal encontró a Lanús en octavos de final contra Deportivo Laferrere, equipo que venía de la Primera “B” Metropolitana. Lanús se impone 2-1 como visitante en Español, y empata en uno como local. En cuartos, contra Atlético Rafaela, sorprende con una victoria por 3-0 como visitante, y gana 5-2 como local. En semis, ante Belgrano, Lanús cae derrotado por 0-1 en el "Gigante de Alverdi" pero logra revertir la serie como local, y se impone en el encuentro de vuelta por 3-1. Lanus llegaba a la final del dodecágonal, y el rival era nada mas que ni nada menos, que Quilmes, un clásico.
Miguel Angel Russo, precursor de las divisiones inferiores de lanus (se podria decir que gracias, en parte, a el somos lo que somos actualmente)
Gilmar Gilberto Villagrán marcando su gol numero 100 con la camiseta granate, y dándole a Lanús el ascenso a Primera División despues de 13 años de ausencia, en la mítica final ante Quilmes, en 1990.
El 21 de Julio de 1990, en el estadio de Lanús, se disputó la primer final, con un marco espectacular de público, con la hinchada granate copando todos los sectores de la por entonces Fortaleza de madera de Arias y Guidi. Lanús abre el marcador en le primer tiempo gracias a un formidable cabezazo de Fabián Mainardi. Quilmes en el complemento, iguala gracias a un gol convertido por Hector Almandoz. Pocos minutos más tarde, se retira lesionado Gilmar Villagran (figura indiscutida del equipo y quizás el único de quien se podía esperar algo de magia, ya que se trataba de un equipo con mas garra que fútbol). Y como la figura ya no estaba, al "grana" no le quedó otra que apelar a la garra, al viejo corazón granate, y otra vez de cabeza y otra vez gracias a Mainardi, logra desnivelar y cerrar el marcador en 2-1.
El 28 de Julio de 1990 es quizás un día histórico para el club. En los noventa, Quilmes ganó 1-0 (el árbitro le anuló un gol a Lanús convertido por Cordero, que constituía el empate y el ascenso conseguido en los noventa reglamentarios). La victoria "Cervecera" hizo que sea necesario jugar media hora de alargue para ir después a la definición por penales. Mas de 7000 granates, alentaron hasta el final y se llevaron la recompensa que más esperaban. En los penales, con goles de Bidevich, M. López, Schurrer, y Villagrán (su gol numero 100 con la camiseta granate), Lanús se impuso por 4-1 a Quilmes (solo Blasón convirtió para Quilmes, ya que el remate de Karabin dió en el palo tras la contención de Alcides Herrera, y el remate de Gaspari, autor del gol en los noventa reglamentarios, dió en el travesaño). El objetivo estaba logrado, Lanus volvía a Primera División después de 13 años de ausencia
Las paradojas volvieron a decir presente, y Lanús que descendía en 1977 por penales, volvía 13 años más tarde a Primera por la misma vía. Fueron trece años de lucha en el club, que para esa época ya era ejemplo y contaba con mas de 25.000 socios. Y fueron épocas de revancha para su técnico, Miguel Angel Russo, quien era muy cuestionado por la hinchada al principio. Los jugadores fueron recibidos como héroes en el microestadio, colmado por simpatizantes granates, que celebraron como nunca quizás, la obtención de este título. Un título que dejaba atrás una etapa de resurgimiento y que le abría paso a la década más gloriosa en la historia del club. Pero eso, será parte de otra historia...
La Consolidacion
La primera parte de la década del '90 fue muy buena para el club. En esta época, logro consolidarse en Primera División y ganarse un lugar respetado entre los equipos de la elite del país.
Lanus temporada 1990/91 de Primera Division
Lanús Campeón Torneo Nacional B 1991/2.
Ese día había no menos de 25.000 granates alentando y llenando el estadio del acérrimo rival, cosa que nunca en su historia lograron hacer los locales.
La pelea por el descenso se hizo cada vez mas dura, y después de la derrota con Talleres, la irregularidad se apropio del equipo, que terminó descendiendo, y fue castigado con una quita de puntos, por una bomba arrojada desde la popular de Lanús al arquero de Platense, durante las últimas fechas del torneo.
La vuelta a la "B" no fue para nada traumática, ya que existía una especie de conciencia colectiva, de que si seguía el club por "el buen camino", la vuelta a la Primera iba a ser próxima. A todo esto, la llegada de jugadores de nivel para la categoría como la vuelta al club de Hector Enrique, la llegada de Miguel Gambier, de Ricardo Kuzemka, o del "patito" Ruben Gómez.
Lanus arrancaba el torneo del Nacional "B" como uno de los máximos aspirantes a quedarse con él. Y así fue, después de 42 arduos partidos, recorriendo todo el país futbolístico, y demostrando por momentos fútbol de alto vuelo, el "grana" conquistaba su séptimo campeonato en la era profesional, el octavo en toda su historia. Lanús, de a poco, demostraba que estaba para la Primera División.
Durante el torneo tuvo que vérselas con equipos muy buenos para la categoría como Almirante Brown, Colón de Santa Fe, y San Martín de Tucumán, este último acompañó al "grana" a la máxima categoría tras ganar el dodecágonal por el segundo ascenso.
El Pampa gambier festejando una conquista frente a Racing por el apertura 1992 en Avellaneda.
Ya otra vez en Primera División, el equipo se refuerza con la llegada de un experimentado volante central, como Carlos Amodeo, Carlos Enrique de River Plate, Marcelo Espina, proveniente del fútbol Mexicano, mas la llegada de Rodolfo "Tapita" García, y Santoro (ambos de Rosario Central), y Fernando Clemente Di Carlo, delantero proveniente de San Martín de Tucumán, que venía para disputar un puesto en la delantera, como compañero del interminable "Pampa" Gambier, que venía de anotar 24 goles en el torneo de ascenso.
El debut del equipo fue en cancha de Racing, como visitante frente al dueño de casa, y Lanús fue alentado por mas de 15.000 hinchas, que coparon el sector asignado por los locales a los visitantes e hicieron obligar a los dueños de casa, a habilitar la bandeja inferior, debido a la gran cantidad de fieles que acompañaron al Granate.
La primera rueda fue un poco irregular, ya que a pesar de hacer una buena campaña, el equipo atravesó por rachas con triunfos y derrotas. Los partidos mas recordados por los granates son la goleada contra Deportivo Mandiyú por 5-1 como visitante (tarde debut de Di Carlo, en la que anotó 2 de los 5 goles granates, pero tuvo una activa participación en los 3 restantes), contra Independiente de visitante, partido en el cual el "grana" se impone frente al "rey de copas" por 1-0 con gol también del "tero" Di Carlo, y por sobre todas las cosas, la victoria frente a River Plate por 3-2 (Di Carlo (2), Gambier), partido muy recordado no solo por los Granates, sino también por el público de River Plate que vió esfumadas en ese partido, sus chances de salir campeón.
La Hinchada Granate recibiendo al primer equipo ante Racing en 1994. Una muestra más de la hinchada mas grande de la Zona Sur.
Al final de esta rueda, quizás la nota triste, es que un símbolo del club, un fuera de serie de los corazones granates dejaba la institución: Gilmar Gilberto Villagrán, símbolo por demás del Lanús de los ochenta no iba a ser tenido en cuenta por Miguel Russo, y a uno de los máximos ídolos de la historia del club, no le quedo otra que irse, pero no como él ni toda la hinchada granate hubiera querido.
La segunda rueda no fue muy distinta a la primera, y Lanús, redondeo 36 puntos en toda la temporada (38 partidos). Lo más importante era salvarse del descenso y el objetivo se había cumplido.
Para Junio de 1993, Lanús incorpora a dos cordobeses, uno de Belgrano y otro de Talleres, que con el correr de los partidos, iban a quedar en el recuerdo de muchos simpatizantes : Cesar Loza, lateral por derecha y Fernando Galetto, volante central, eran algunas de las caras nuevas que presentaba el equipo, además del talentoso Dario Cabrol, proveniente del Racing Club. Casi sobre el cierre del libro de pases, Lanús incorpora a uno de los mejores marcadores centrales de su rica historia, a Nestor Ariel Fabbri, que junto con Gabriel Schurrer, formarían una dupla central de zurdos, pero de un nivel excepcional. Así, con Ojeda; Loza, Fabbri, Schurrer, A. González ; Lemma, Galetto, N. González, Cabrol ; Gambier y Di Carlo, Lanús haría una excelente campaña que lo depositaría en el quinto lugar, y llenaría de fútbol las canchas argentinas. Con el correr de los partidos, en lugar de Cabrol ingreso un Rodolfo García inspirado, que llevó a Lanús a pelear por el título hasta las ultimas fechas.
Lanús Torneo Clausura de Primera División 1994.
Así como en el verano del '93, la hinchada Granate despedía a un ídolo, al año siguiente, Miguel Angel Gambier dejaría la institución. En este caso, Lanús incorporo a Martín Vilallonga a préstamo de Independiente, pero quien empezaba a aparecer en la primera granate por esos tiempos era otro de los tan buenos jugadores que verían los simpatizantes granates por esas épocas : Ariel Maximiliano López.
En 1994 Lanús finalizó una buena temporada, pero antes de llegar al final de temporada, dejó la institución Miguel Angel Russo, el técnico que llevó a Lanús a Primera División después de 13 largos años y que revolucionaría el fútbol del grana, comenzándosele a dar importancia a las Divisiones Inferiores, de donde empezaron a surgir jugadores que llenarían de gloria a la institución granate. Su reemplazante fue Patricio Hernandez, quien debutó en las últimas fechas del Clausura '94 con una seguidilla de triunfos, el mas recordado a Boca por 1-0 con gol de penal sobre la hora de Gabriel Schurrer, en el partido que marcaba la vuelta de los xeneixes a la fortaleza Granate después de 17 años.
Para la temporada 1994/95 arriban a la institución Alejandro Simionatto, zaguero central de San Lorenzo de Almagro, Gerardo Martino, astro histórico de Newell’s Old Boys, entre otros jugadores. Lo positivo, además, era que comenzaban a aparecer los primeros logros de las divisiones inferiores. Gastón Coyette ya había debutado en Primera Division en la última fecha de la temporada anterior, solo los últimos minutos, frente a San Lorenzo de Almagro.
Gabriel Schurrer, símbolo Granate.
El 1 de Octubre de 1994, en el partido contra Deportivo Mandiyú, debuta un volante ofensivo, de cuerpo mas bien pequeño, pero con magia en sus pies. Ese chico de categoría '76, no era más que el gran Ariel Miguel Santiago Ibagaza, quizás el mejor jugador de la historia de la institución.
La tan buena temporada anterior depositó a Lanús por primera vez en un torneo internacional, como la Copa Conmebol. En la edición de 1994, los granates accedieron al torneo junto con San Lorenzo de Almagro, equipo al que Lanús debió enfrentar en primera fase y el cual eliminó al granate tras empatar 1-1 en la Fortaleza y 2-2 en el nuevo Gasometro. Lanús quedó eliminado por penales.
Para 1995, la campaña no fue de la mejor. Se había arrancado el año con expectativas, ganando muchísimos partidos al comienzo del Clausura, pero una caída abrupta sobre el final del torneo opacó lo que podría haber sido una muy buena campaña. De la 94/95, quizás los partidos mas recordados sean el 1-0 a Banfield como local en la tercer fecha del Apertura (gol de Alejandro Simionatto sobre la hora), o quizás el empate frente a Estudiantes de La Plata, que determinó el descenso de estos últimos al Nacional "B".
Patricio Hernandez, recibió una oferta para dirigir en México y abandonó la institución. En su reemplazo, llegaría al club Hector Raúl Cuper. Lanús también transfiere al fútbol mexicano a su mejor jugador por esas épocas, Rodolfo Ramón "Tapita" García, y en su reemplazo desembolsa $ 1.000.000 para adquirir de Huracán a Hugo Alberto Morales. También llega proveniente de Platense, y con la experiencia de sus 30 años, Daniel Oscar Cravero. Sin que nadie lo creyera, se estaba formando el mejor equipo de la historia del Club, y se abriría una etapa que llegaría a puntos altísimos como la conquista por primera vez, de un torneo internacional. Pero esa, la etapa más gloriosa del club mas glorioso del sur, es otra historia...
Dias de Gloria
Lanus 1995
Con el inicio de la temporada 1995/96, se inicia una etapa brillante en la historia del club, que registra como picos, la obtención de la Copa Conmebol 1996 y el Subcampeonato de 1998.
Lanús Torneo Apertura de Primera División 1995.
Con la ida de Patricio Hernandez, y la llegada de Hector Cuper, Lanús buscaba repetir una buena campaña como la realizada por Miguel Russo en el Apertura 1993, y llevar al equipo a pelear por los primeros puestos. Se reforzó en la medida de lo posible, y había una cierta expectativa de cómo jugaría este nuevo Lanús a diferencia del equipo de Hernandez.
En la primer fecha, el equipo de Cuper debuta con un triunfo en cancha de Platense con gol de Simionatto de penal. Esa noche, Roa; Loza, Simionatto, Schurrer, A. González; Cravero, Peinado, H. Morales, Coyette; A. López y Di Carlo iniciaban uno de los grandes ciclos de la historia granate.
En la segunda fecha, contra Ferrocarril Oeste como local, ingresa en el segundo tiempo Ibagaza por Coyette, cambiándole la cara al equipo. Desde ese momento, se afianzaría una dupla histórica que le dio innumerables alegrías a los simpatizantes Granates.
Lanús ese campeonato redondeó una campaña histórica, llegando a la segunda posición en puntos y perdiendo solo por la diferencia de gol ante Racing, el titulo de Subcampeón. Hubo triunfos resonantes, como la victoria sobre River como visitante por 1-0 con gol de Ibagaza, el triunfo sobre Independiente por 2-1, la goleada de visitante a Argentinos Juniors por 3-0 o la victoria en el clásico frente a Banfield por 2-0 con goles de A. López.
El equipo lucho entre el lote de punteros casi todo el torneo y recién faltando cinco fechas para el final del torneo, cae como local frente a Racing por 0-3, resignando ahí muchas chances de conseguir el campeonato.
Igualmente, la campaña fue histórica y desde la época de los albañiles, Lanús no realizaba tan buena performance.
El caño Ibagaza, junto a fernando Di Carlo, allá por el 95 frente a Argentinos Juniors.
Ariel Lopez acaba de convertir el segundo gol granate en el clásico contra Banfield de 1995, en el que Lanús venció como visitante por 2 a 0.
Huguito Morales, festejando su mágica conquista, ante Banfield.
Para el inicio del Clausura 1996, la consigna era tratar de repetir la campaña anterior. El equipo lo logra pero este torneo es más recordado por la desilusión que le causo a los hinchas granates, ya que prácticamente Lanús lo tenía casi ganado e inexplicablemente se le fue de las manos.
Comenzó liderando el Torneo hasta que sufre el primer traspié frente al Boca de Maradona y Caniggia, al caer en el estadio de Velez por 2-1. Ese partido también es recordado porque debido a un desacuerdo sobre el sector que alojaría a los simpatizantes granates, se produjo una ruptura en las relaciones entre ambos clubes.
El torneo siguió teniendo a Lanús como animador, que vuelve a dejar el primer puesto recién en la fecha número 11, al caer "catastróficamente" como visitante por 1-5. Una semana mas tarde, la oportunidad de la recuperación era el clásico, que llegaba con un Banfield navegando por la mitad de tabla, pero con una racha de cinco partidos invicto, demasiado para un equipo de la talla del "taladro".
En Arias y Guidi se vivió una fiesta inolvidable con mas de 16.000 granates alentando. Lo que parecía un clásico trabado, se comenzó a abrir tras una jugada inolvidable de Hugo Morales, ingresando al área por el vértice izquierdo de la misma, amagándole a los desconcertados defensores rivales y colgando la pelota enconvada en el palo izquierdo de un Comizzo que sólo atino a seguirla con la vista. Delirio en la parcialidad granate, que veía gracias a esa obra de arte de Hugo Morales que el planteo ultraconservador de su clásico rival, se caía a pedazos.
Pocos minutos más tarde, tras una muy buena jugada del "Caño" Ibagaza, Enría (quien había llegado al club en 1994 proveniente de Newell´s y durante la etapa de Patricio Hernandez no era tenido en cuenta), aumenta la diferencia.
Comenzando el segundo tiempo, en una combinación entre Ariel López y Hugo Morales, el "10" Granate, convierte en goleada el paseo que Lanús le propinaba a su debilitado rival.
El cuarto gol y el que cerraría el score, llegaría tras un infantil error de Comizzo, que pretendía salir jugando y gambetear al "caño" Ibagaza. Este último le robo la pelota, y convirtió con todo el arco a su disposición, un poco atorado por él ¿arquero? Rival, que trataba de remendar su error. Fiesta en el Sur, y la punta otra vez en manos de Lanús.
Hugo Morales, anotando el tercer gol, en la inolvidable noche del 4 a 0 a Banfield.
El caño Ibagaza, deleitando de futbol a los granates y convirtiendole un gol a Banfield.
Lanús Torneo Clausura de Primera División 1996.
Toda la regularidad que mostraba el "grana" jugando como local, desaparecía en cuanto tenía que visitar a algún otro equipo. Así, pasando de puntero a escolta fecha tras fecha, Lanús llega a enfrentarse frente a Estudiantes como local. Marco multitudinario, cerca de 35.000 hinchas en el estadio para ver una final anticipada a cuatro fechas de la conclusión del torneo.
Lanús derrotó a los platenses por 1-0, con gol de Schurrer, en una verdadera final, un partido jugado con la garra y el espíritu de un equipo que ambiciona el campeonato. No solo Lanús ganó, sino que los demás resultados, depositaron al grana en la punta del torneo, a solo tres fechas del cierre del mismo.
Solo Velez compartía la punta con Lanús, pero el grana corría con cierta ventaja: enfrentaba a rivales mucho mas accesibles que sus oponentes al titulo. Así, Deportivo Español, Gimnasia de Jujuy, y Huracán, no parecían ser demasiado escollo para los hombres de Cuper.
Pero lo que soñaban los simpatizantes de Lanús no se pudo dar porque increíblemente el equipo solo sacó 1 punto de los 9 restantes. Cayó como visitante en cancha de San Lorenzo frente a Español por 1-0, con una actuación colectiva de Lanús para el olvido, pero con una noche que difícilmente sus hinchas puedan olvidar debido al dolor de saber que se resignaban muchísimas chances con esa derrota. Un multitud acompaño en vano a Lanús ese partido y recién a la fecha siguiente, con un "penoso" empate ante Gimnasia de Jujuy como local, Lanús resigno definitivamente sus chances de campeonar (partido también recordado por ser el último del "gran" Capitán, Gabriel Schurrer, con la camiseta granate).
En la última fecha, como para cerrar una gran desilusión, Lanús cae ante Huracán 2-1. Esa tarde, debutaba en Primera un chico que con el correr del tiempo, ganaría relevancia en esta época del club, Juan Fernández Di Alessio.
Después de la venta de Schurrer al Racing de Santander Español, también abandonaría el equipo, el primer marcador central, Alejandro Simionatto, quien emigraría al fútbol chileno.
Para la temporada 1996/97 arriban al club, Oscar Mena (su pase llega a cambio de Fernando Di Carlo, quien desde el Clausura 96 había abandonado la titularidad en el equipo), Gustavo Falaschi, proveniente de Rosario Central y Gustavo Siviero, llegado de Newell´s Old Boys.
El segundo tercer puesto consecutivo logrado por Lanús, hacen que el Grana redondee una temporada muy buena que lo depositan por segunda vez en su historia en la Copa Conmebol.
Todos quieren abrazar al genio de Hugo, despues de su joyita inolvidable frente a Banfield.
Gabriel Schurrer y Ariel Lopez, festejando el gol Granate ante Estudiantes, en el Clausura '96.
Gonzalo Belloso y Hugo Morales, festejan una conquista granate frente a Boca.
Al inicio de esta nueva temporada con el torneo Apertura 96, el nuevo equipo granate se conformaba con Roa; Serrizuela (surgido de las inferiores, y reemplazante de Loza por una lesión del Cordobés), Falaschi, Siviero y Armando González (el nuevo capitán); Mena, Cravero; Hugo Morales e Ibagaza; Enría y Ariel López. Este equipo es quizás inolvidable para todos los hinchas granates.
Mientras Lanús desplegaba buen fútbol por los campos argentinos, se disputaba la copa Conmebol, torneo al que Lanús había clasificado por segunda vez en su historia. El debut Granate era más que difícil contra un equipo con tradición copera como es el Bolívar de La Paz, y más en su estadio, el Hernando Siles, en la altura de La Paz. El resultado, si bien fue derrota, fue positivo, ya que Lanús cayó por 1-0 ante un rival que lo apabulló, y transformó a Roa en un verdadero héroe.
Para el partido de vuelta, la cosa se complicó en un principio por un gol conseguido por los Bolivianos, pero con el ingreso de algunos titulares (Hector Cuper destinaba a la Copa Conmebol a un grupo de jugadores que habitualmente no jugaban de titular. En ese grupo estaban Bressan, Juan Fernández Di Alessio, Esmerado, Lacosegliaz, Coyette, Belloso, y Coimbra entre otros) Lanús se impuso por 4-1.
Mientras que los titulares seguían dando muestras de buen juego en el campeonato local (victorias por 3-1 ante Boca, San Lorenzo, y River, en quizás el mejor partido de Lanús en los últimos tiempos, dando vuelta un 0-1 en solo 10 minutos y ante un verdadero equipazo como el elenco de Nuñez, Campeón de América por aquellos tiempos, dan fe de esto), la marcha en la Copa Conmebol seguía siendo positiva.
En el segundo turno, Lanús vence a los paraguayos de Guaraní como visitante primero en el estadio de Olimpia, por 2-0 y como locales después por 6-2, con un verdadero show de goles y una actuación consagratoria de Gonzalo Belloso.
Así, Lanús arriba por primera vez en su historia a una semifinal de un torneo continental. El rival de turno era más que difícil: Rosario Central, equipo argentino que disputaba la copa junto a Lanús y último campeón.
Ariel Lopez, anotando un golazo ante River, en el Apertura '96.
Gonzalo Belloso, anotando un gol antológico ante Boca, en el Apertura '96. Segun él, fue de "chiripa".
Lanús Campeón Copa Conmebol 1996. Equipo que disputó la primera final en nuestro glorioso estadio.
En el partido de ida, Lanús se impuso al elenco canalla por 3-0, demostrando una superioridad absoluta, quizás opacada solo porque dos de los tres goles fueron en contra (el tercero sí fue un golazo, obra de Oscar Mena).
Para el partido de vuelta la gente de Central, quizás para motivar a sus jugadores, quería hacer pesar el recuerdo de la última final de la copa Conmebol en la que Central llenó el Gigante de Arroyito, y revirtió un 0-4. Para el partido de vuelta contra el Grana, el Gigante de Arroyito presentaba un marco espectacular, pero ni bien comenzado el partido, Lanús a través de un cabezazo de Serrizuela, se puso en ventaja. Los Canallas debían revertir un 0-4, tal cual como en la final anterior pero ahora en una semifinal. Central solo logró empatar faltando pocos minutos, pero Lanús con el ingreso de jugadores como H. Morales y A. López, desniveló el marcador hacia el 3-1 final. Lanús por primera vez en la historia, accedía a una final de un torneo continental.
El rival de Lanús, era el Independiente de Santa Fé de Bogotá, equipo que clasificó a la final después de haber eliminado al Vasco da Gama brasileño por penales. En la primer final, la superioridad granate en el campo fue por demás notoria, pero el resultado no fue acorde ni a lo demostrado en el campo ni a las expectativas de los hinchas. Con goles de Oscar Mena de penal y Ariel Ibagaza, Lanús derrotaba al Independiente de Santa Fe por 2-0, y accedía al umbral de la gloria tan esperada por los simpatizantes granates.
Oscar Mena convierte de penal el primer gol Granate en la final de la Conmebol 96.
Segundo gol de Lanús, en la primera final de la Copa Conmebol 1996. El autor, Ariel Ibagaza junto con el goleador de la copa, Oscar Mena.
Lanús Campeón Copa Conmebol 1996. Equipo que disputó la segunda final en Bogotá el 4 de Diciembre de 1996.
En el campeonato local, llegando a las últimas fechas, Lanús sufre un traspié frente al equipo sombra de la década del 90 y quizás, sombra histórica del granate: Velez Sarsfield, conducido por un hijo prodigo de Lanús, Osvaldo Piazza, dejaba al grana sin invicto y minimizaba las chances de lograr el campeonato Nacional. Curiosamente, Velez, que venia disputando sus encuentros con un equipo alternativo, presentó esa noche a todos los titulares. Esa noche también es recordada no muy gratamente, por él quiebre en la relación entre Piazza y la hinchada de Lanús, ya que no solo lo comentado anteriormente molestó bastante a los simpatizantes granates, sino que la desmedida manera de festejar los goles velezanos por parte del técnico, contra el equipo que el mismo calificó de sus amores. A pesar de ser un reconocido simpatizante de Lanús, en los hechos Piazza no lo demostró y la hinchada granate todavía hoy se lo recuerda.
El traspié final llegaría una fecha mas tarde, recibiendo la visita de Independiente, equipo que vence al Grana en la fortaleza por 2-1, en un partido que finalizó con incidentes en la popular granate y en la platea, debido a una polémica expulsión de Roa en los últimos minutos que le facilitó el triunfo al equipo de Avellaneda.
Con las dos caídas consecutivas en el torneo Nacional, solo quedaba la Copa Conmebol como alternativa más viable y hacia allí Lanús apunto sus cañones.
El martes 4 de Diciembre de 1996, en Bogotá, el grana disputó la segunda y definitoria final de la Copa. Roa; Loza, Falaschi, Siviero, Armando González; J. Fernandez Di Alessio, Cravero, H. Morales, Ibagaza; A. López y Belloso eran los encargados de hacer realidad los sueños de la gran mayoría de los sureños.
Cerca de 60.000 colombianos coparon el estadio Nemesio Camacho de Bogotá, más conocido como "El Campín". Después de una presentación que incluyó hasta los himnos de ambos países, se inició un partido no del todo bueno para Lanús. Cuando no habían pasado mas de cinco minutos, una supuesta falta de Falaschi contra uno de los delanteros colombianos dentro del área le dió al elenco colombiano, un penal, que Wittingham transformó en gol.
Claudio Enria durante la final de 1996. Su sacrificio fue fundamental para la obtención del título.
Daniel Cravero, maniobrando en la final de 1996.
Armando Gonzalez y la gloria en sus manos. 4 de Diciembre de 1996, Lanús Campeón Copa Conmebol.
Los cerca de 4.000 granates que miraban la finalísima desde el Microestadio del club no podían creer lo que veían. El partido fue una verdadera final, Lanús dejó todo, y por momentos hasta pudo empatar. También hay que decir que Roa tuvo una noche espectacular y fue quizás el mejor gladiador granate en esa histórica gesta.
Finalmente, el resultado no pudo modificarse y el Club Atlético Lanús obtenía su primer título internacional, en sus 81 años de historia.
La fiesta por el campeonato de Lanús se extendió en la madrugada del Miércoles por toda la ciudad, que amaneció mas granate que nunca. La recepción a los campeones fue emocionante. Comenzó con una "invasión" de hinchas al aeropuerto de Ezeiza. Cerca de 500 granates no aguantaron las ganas de ver a los campeones en la ciudad de Lanús y se dirigieron al aeropuerto a darle la bienvenida a los recién llegados. Después de la fiesta en el aeropuerto, mas de 5.000 fieles esperaban a los campeones en el Microestadio para ver de cerca de quienes llevaron el nombre de Lanús a lo mas alto de la historia del club hasta nuestros días.
Con el correr de los días los festejos no cesaron y hasta incluyeron el nombramiento de todo el plantel y el cuerpo técnico del campeón, como ciudadanos ilustres de la Ciudad de Lanús.
En el campeonato local, dos empates, contra Gimnasia de visitante y contra Unión de local, dejaron ya definitivamente al equipo sin chances. En la última fecha había que visitar a Banfield, y nada mejor que seguir los festejos por el título contra el rival menos querido por la parcialidad granate que, encima, tenía un promedio del descenso que, faltando casi una rueda, lo condenaba a un seguro descenso.
Con gol de Mena, faltando solo cuatro minutos, Lanús se quedó con el clásico. El club, cerraba así, el mejor año de su historia.
Para 1997, con las expectativas de lograr el tan ansiado campeonato local, Lanús no arranca de la mejor manera el torneo. Aquel equipo que llenaba de fútbol los estadios argentinos, ya no era el mismo. El Clausura 97 no fue una de las mejores campañas de Lanús. Faltando poco para el final, Hector Cuper, el alma matter del equipo más importante de la historia del club, dejaba de ser el técnico. La despedida fue casi inolvidable con un triunfo por 3-1 a Velez, cortando una racha de mas de 30 años sin victorias sobre el equipo de Liniers.
Cuper, quien asumiría de Director Técnico en el Mallorca español, se llevaría consigo a fin de temporada a dos jugadores importantisimos en el esquema del campeón, como fueron Carlos Roa y Oscar Mena.
Sobre el final de la temporada, fue designado como reemplazante de Cuper uno de los técnicos más cuestionados en la historia del club: Oscar Garre. Su llegada fue un tanto polémica, ya que la gente de Ferro, su anterior club, consideraba que Lanús no había obrado de buena manera al tentar a un técnico que se encontraba en actividad.
Garre asumió en Lanús y fue el técnico del equipo granate que despidió a Banfield de Primera División en el Torneo Clausura de 1997, tras superarlo por 1-0 con gol del cada vez mas ídolo, Ariel "Cañito" Ibagaza.
Para la nueva temporada arriban al club Leonardo Mas, proveniente de Argentinos Juniors, Sebastián Clotet, por el cual el club pago $ 1.000.000 su pase a Unión de Santa Fe, Claudio Trimarchi y Gustavo Giustozzi de Gimnasia de Jujuy, el juvenil Román de Colón de Santa Fé y Rodrigo Burela, arquero de Talleres de Córdoba. El club había invertido suficiente como para lograr el tan ansiado campeonato.
El comienzo no fue el mejor. Las dos primeras fechas fueron derrotas ante River Plate como local por 1-2 y Argentinos Juniors como visitante por 0-1. Sobre el cierre del libro de pases, Lanús incorporó a uno de los jugadores más emblemáticos de la historia del fútbol argentino, como Oscar Ruggeri, que llegaba libre de San Lorenzo de Almagro, para reforzar a un equipo que quería conquistar el título local y lograr su segunda conquista internacional, defendiendo la recién obtenida Copa Conmebol.
Lanús Torneo Apertura de Primera División 1997.
Oscar Ruggeri, un mito del Fútbol Argentino, en Lanús.
En el torneo local, la campaña no fue del todo buena, pero en la Copa Conmebol la marcha del granate no era para nada despreciable.
En Octavos de final, la víctima fue otro equipo boliviano, el Real Santa Cruz (1-1 en Santa Cruz de la Sierra, 4-0 en Lanús), en cuartos frente a Vittoria de Bahía (0-1 en Bahía, 3-1 en Lanús), y en semifinal, frente a los amigos santafesinos de Colón, a los que Lanús derrota en la ida como visitante por 2-0 y empata como local 1-1.
Lanús lograba el pasaje a la final del torneo por segunda vez consecutiva, pero esta vez casi de manera agónica. Los partidos prácticamente los ganaba con actitud, sin demostrar la superioridad que había tenido un año antes, pero el hecho de ser él ultimo campeón y de tener un poco de suerte, fueron motivos suficientes para ver al granate otra vez en la final.
El rival era complicadísimo: el Atlético Mineiro, equipo que disputaba por tercera vez la final de la Copa Conmebol, campeón en la primer edición del torneo, en 1992.
Lanús recibe a los brasileños ante 20.000 granates en su estadio (una concurrencia mayor a la final del año anterior). El partido arranca con un Lanús con chapa de campeón, imponiendo su juego y su actitud, arrinconando a los brasileños. Y el gol, no iba a tardar en llegar, cuando el genio del equipo, Ariel Ibagaza, patea al arco y la pelota se desvía en un defensor brasileño, descolocando a Taffarel, arquero del Mineiro. La tribuna de la calle Arias, colmada de granates, se venía abajo y ya comenzaba a deleitar lo que podía ser el bicampeonato de Lanús.
Pero lo que parecía seguro no lo fue del todo. Cerrando ya la primera parte, los brasileños encuentran el empate con un tiro desde mas de 25 metros, que sorprendió a un Romoli distraído. El Mineiro empataba y el trámite se complicaba. Mas aún, cuando al inicio de la segunda etapa, tras un centro, y una fallida salida del guardameta granate, el Mineiro ampliaba su ventaja.
Lo que parecía seguro se había desvirtuado por completo y ahora Mineiro se había agrandado, ante un inseguro Lanús que no tenía respuestas. Lo peor pasó: Lanús cayó derrotado por 4-1 de local, y el sueño del bicampeonato parecía casi desvanecido. Para peor, los jugadores no se "bancaron" cierto tipo de cargadas de parte de los brasileños, y terminó el partido con una batalla campal que le provocó una fractura de maxilar, al hoy técnico de la selección brasileña, Emerson Leao (DT del Mineiro por entonces).
Los incidentes le valieron a Lanús la suspensión del estadio por dos años en competencias internacionales, más suspensión por 8 partidos internacionales a gran parte de los jugadores (A. López, Ruggeri, y Serrizuela entre otros). Oscar Garre, esa misma noche, presentó la renuncia, la cual la fue aceptada (nunca había tenido una buena relación con los simpatizantes, que le cuestionaban hasta las virtudes que podía tener).
Para colmo de males, el equipo no contaba con su máxima figura, Hugo Morales, enfermo de una peritonitis aguda desde Octubre de ese año (la gravedad de la enfermedad del astro granate fue tal, que en su momento se temió por su vida).
El nuevo técnico de Lanús era Mario Gómez, quien se desempeñaba como DT de la Reserva del Grana.
Gustavo Bartelt, goleador del equipo subcampeón de 1998.
Desde la asunción de Gómez, el equipo cambia notablemente su forma de juego y vuelve a la buena senda de años anteriores, conquistando triunfos. Entre otras cosas, Lanús había encontrado el reemplazante de H. Morales en un juvenil recién promovido, llamado Julián Kmet.
Lanús terminó dignamente el torneo, Ruggeri se despidió del fútbol con la camiseta granate y para el torneo Clausura 98, las esperanzas de realizar una buena campaña con un equipo de juveniles, se había instalado en los espíritus granates.
En Enero de 1998, se suman al equipo Marcelo Elizaga, arquero proveniente de Nueva Chicago y Gustavo Bartelt, delantero de All Boys (al que Lanús le adquiere el pase por $ 350.000). También regresa al club Gonzalo Belloso, proveniente del Cobreloa Chileno. Ya en la pretemporada, el equipo de Gómez mostraba destellos de buen fútbol de la mano de Ibagaza, Kmet, Bartelt, y el "pininito" Leonardo Más.
La primer fecha del campeonato, mostraba que Lanús debía visitar al superpoderoso River Plate, tricampeon argentino, en el mismísimo Monumental de Nuñez. Lanús se presento con su equipo juvenil, y ante la sorpresa de los casi 4.000 granates que lo acompañaron, el Grana dio el batacazo y goleó a River Plate por 4-0 con dos conquistas del debutante en Primera División, Gustavo Bartelt, una de Julián Kmet, y la restante, de Gustavo Siviero.
Lanús, ese equipo de jóvenes liderados por su capitán Siviero, y por la entrega y la garra de Daniel Cravero dió una verdadera demostración de fútbol en el Monumental de Nuñez. La única noticia mala de esa noche fue la lesión de Ariel Ibagaza.
Con el correr de las fechas, el equipo se fue afianzando y de a poco, demostrando que se podía pelear el campeonato con los juveniles. El equipo demostraba un nivel de fútbol fenomenal, y Gustavo Bartelt era cada vez mas figura en esa alineación (al principio Gómez le tenia reservado un lugar en el banco de suplentes, pero en el partido con Ferro Bartelt se ganó el puesto de titular gracias al pedido de la hinchada y a sus 3 goles que convirtió en poco más de 20 minutos, empatando un partido casi perdido para Lanús).
Solo Racing, promediando el torneo, pudo derrotar a Lanús, en un campeonato memorable e inolvidable. Llegando al final del torneo, el grana, que venía encaramado en los puestos de vanguardia, debió visitar a Velez, al que le dio más de un dolor de cabeza y solo le pudo empatar a Lanús en los últimos minutos. Ese partido casi definitorio finalizó 2-2, y Lanús dejó bien en claro que estaba para campeón (¿Que hubiera pasado si entraba la famosa pelota de Bartelt que Pellegrino salvó en la línea? Seguramente, hoy estaríamos hablando de un Lanús campeón).
En el partido siguiente, Hugo Morales, emocionaría a todo el estadio al darle el triunfo agónico a Lanús frente a San Lorenzo de Almagro, y le daba aire al Grana para seguir en la lucha por el campeonato, que finalmente se quedaría Velez Sarsfield. Lanús logro recién en la última fecha, tras vencer como local a Colon 5-2, quedarse con el segundo puesto, y redondear la mejor campaña de su historia: Burela, Serrizuela, Alessandria, Siviero, Ramón, Juan Fernández, Cravero, Kmet, Leo Mas, Bartelt, Belloso y algunos que jugaron menos partidos como Raíces, Ciglic, Mariano Fernández, Ibagaza, Hugo Morales y Clotet, fueron parte de esa historia (y pensar que las dos máximas figuras del plantel, Ariel Ibagaza y Hugo Morales, prácticamente no jugaron el torneo).
Julian Kmet, anotando el segundo gol, en la goleada Granate sobre River, por 4 a 0 en el Monumental.
Lanús Subcampeón Torneo Clausura de Primera División 1998.
La formidable campaña trajo ofertas por casi todo el plantel granate y, así, dejaron la institución Julián Kmet (vendido al Sporting de Lisboa por $ 3.800.000), Ariel Ibagaza (Mallorca compró el 50% en $ 2.500.000), Gustavo Siviero (al Mallorca también por $ 2.000.000) y la estrella del equipo, el jugador símbolo del subcampeón, Gustavo Bartelt (La Roma lo compró en $ 6.500.000). Una verdadera fortuna ingresó a las arcas del club, a cambio de jugadores importantisimos.
La política del club, fue abastecerse con jugadores de la cantera. No se le renovó el préstamo a L. Mas, en una decisión polémica compartida por la Directiva y el técnico granate, ya que la hinchada lo quería al jugador en el equipo. Para el Torneo Apertura 98, Lanús se reforzó con la llegada de Marzo (de Unión de Sta. Fé, al cual Lanús le compro la mitad del pase en $ 1.000.000), la vuelta de Martín Vilallonga (al que le adquirió el pase en $ 1.000.000) y la llegada a préstamo de Juan Carlos Barrionuevo, de Gimnasia de Jujuy.
Así y todo, con un equipo notablemente inferior al del torneo anterior, Lanús realizó una excelente campaña, y finalizó cuarto.
Después del notable 1998, en el cual Lanús fue el segundo equipo en sumar mayor cantidad de puntos en el año, las cosas no volverían a ser iguales. Lanús cerraba una etapa que comenzó en 1995 con Hector Cuper, y que lo llevó a conquistar su único campeonato, además de acariciar varias veces, el tan ansiado torneo local. El club ingresaría en otra etapa, muchísimo menos exitosa, que forma parte de otro capítulo, de la historia del más glorioso del Sur.
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